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Thursday, April 21, 2011

¿Por qué no elimina Dios al Diablo?

El punto de vista bíblico
 


 

SI USTED pudiera evitar que otra persona sufriera, ¿lo haría? Cuando ocurre un desastre natural, los trabajadores humanitarios suelen acudir rápidamente para aliviar el sufrimiento y salvar las vidas de perfectos desconocidos. En vista de ello, uno podría preguntarse por qué Dios no se da prisa en eliminar al Diablo, siendo que es el culpable de que la humanidad haya sufrido tanto.
 

Para contestar esa pregunta, imaginémonos que se está juzgando un importante caso en un tribunal. 

El asesino, desesperado por interrumpir el proceso, alega que el juez no preside de forma honrada su propio tribunal, e incluso asegura que ha sobornado a los miembros del jurado. Por lo tanto, se permite que declare un gran número de testigos.
 

El juez sabe que un juicio que se prolongue durante demasiado tiempo causará muchos problemas, y le gustaría resolver el caso sin demoras indebidas. No obstante, también comprende que para dictar una sentencia que sirva de precedente para el futuro, debe conceder a las partes implicadas un plazo lo suficientemente largo para que presenten sus argumentos.
 

¿Qué relación puede establecerse entre esta ilustración y el desafío lanzado por el Diablo —a quien también se llama “dragón”, “serpiente” y “Satanás”— contra Jehová, “el Altísimo sobre toda la tierra”? (Revelación [Apocalipsis] 12:9; Salmo 83:18.) ¿Quién es el Diablo? ¿Y qué acusaciones ha lanzado contra Jehová? 

Lo que es más, ¿cuándo lo eliminará Dios?
 

Se establece un precedente moral
 

El que llegó a ser el Diablo era originalmente un ser espiritual perfecto, uno de los ángeles de Dios (Job 1:6, 7). Se hizo a sí mismo el Diablo cuando se obsesionó con la ambición egoísta de que los humanos lo adoraran. Por ello, cuestionó el derecho de Dios a gobernar, llegando a insinuar incluso que no merece que se le obedezca. Sostuvo que los seres humanos solo sirven a Dios cuando él los colma de bendiciones. Satanás afirmó que si se enfrentaran a penalidades, todos los seres humanos maldecirían a su Creador (Job 1:8-11; 2:4, 5).
 

Tales acusaciones no se podían refutar mediante una simple demostración de fuerza. De hecho, si se hubiera ejecutado al Diablo en el jardín de Edén, algunos tal vez habrían pensado que tenía razón. Así que Dios, que poseía autoridad absoluta, inició procedimientos legales para dejar claras esas cuestiones en la mente de todos los que observaban.
 

Como Jehová es un Dios de justicia y principios perfectos, decidió que cada parte presentara sus respectivos testigos. El tiempo concedido ha dado a los descendientes de Adán una oportunidad de vivir y añadir su testimonio a favor de Dios. Lo han hecho manteniéndose fieles a él por amor, sin importar qué penalidades hayan tenido que afrontar.
 

¿Cuánto tiempo más?
 

Jehová está muy al tanto de que mientras se efectúa este proceso judicial los humanos siguen sufriendo, y está decidido a cerrar el caso lo antes posible. La Biblia lo describe como “el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo” (2 Corintios 1:3). Queda claro que “el Dios de todo consuelo” no permitirá que el Diablo viva más de lo necesario ni tampoco que perduren los efectos de su influencia. Por otra parte, no lo eliminará sin que antes se haya resuelto para siempre el proceso judicial que implica a todo el universo.
 

Una vez que las cuestiones pendientes hayan quedado definitivamente resueltas, el derecho de Jehová a gobernar se habrá reivindicado por completo. El caso legal contra Satanás sentará precedente para toda la eternidad. Si en alguna ocasión se presentara un desafío similar, se podría recurrir al precedente establecido.
 

Cuando Jehová lo disponga, encargará a su Hijo resucitado que elimine al Diablo y desbarate todas sus obras. La Biblia menciona que Cristo entregará el reino a su Dios y Padre “cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. Porque él tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada” (1 Corintios 15:24-26).
 

La Biblia promete que toda la Tierra será un paraíso y la gente vivirá en paz, tal como Jehová se propuso en un principio. “Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” Sí, “los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:11, 29).
 

Piense en el grandioso porvenir que les espera a los siervos de Dios y que se describe en la Biblia: “¡Mira! 

La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación 21:3, 4).
 

¿SE LO HA PREGUNTADO?
 

● ¿Qué acusaciones falsas ha lanzado Satanás contra Dios y contra los seres humanos? (Job 1:8-11.)
 

● ¿Qué cualidades de Dios nos garantizan que con el tiempo eliminará al Diablo? (2 Corintios 1:3.)
 

● ¿Qué esperanza ofrece la Biblia? (Revelación 21:3, 4.)

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