Heb. 13:18—Heb. 13:18.

Viernes 3 de junio
Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas (Heb. 13:18).
En la India, una señora empezó a estudiar la Biblia y se hizo publicadora no bautizada. Un día, mientras volvía a casa después de trabajar en la construcción de un Salón del Reino, encontró una cadena de oro tirada en el suelo junto a una parada de autobús. Aunque ella era pobre y la cadena estaba valorada en 800 dólares, decidió ir a entregarla a la estación de policía, y le pidió a un anciano de la congregación que la acompañara. El oficial que los atendió no lo podía creer. Más tarde, otro policía le preguntó a la publicadora por qué había devuelto la cadena, a lo que ella contestó: “Porque las enseñanzas de la Biblia me han transformado. Ahora soy una persona honrada”. Impresionado, el policía dijo al anciano: “Este estado tiene treinta y ocho millones de habitantes. Si usted consiguiera que tan solo diez personas llegaran a ser como esta señora, sería maravilloso”. La educación divina ha mejorado la vida de millones de personas de todo el mundo. ¿No es esa una poderosa razón para alabar a Jehová?


Friday, June 3
We wish to conduct ourselves honestly in all things.—Heb. 13:18.
A woman in India accepted a Bible study and in time qualified as an unbaptized publisher. One day while returning home from working on a Kingdom Hall construction project, she found on the ground near a bus station a gold chain worth eight hundred dollars (U.S.). Although of humble means, she took the chain to the police station and turned it in. The police officer there could not believe his eyes! Later, another officer asked her, “Why did you choose to turn in the chain?” She explained, “Bible teaching has transformed me, so I am an honest person now.” Impressed, he said to the Christian elder who accompanied her to the station: “There are over 38 million people in this state. If you can help ten people to become like this woman, it would be a great achievement.” When we consider the millions of lives that have been improved by divine education, do we not have abundant reasons to praise Jehovah?