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Thursday, June 2, 2011

“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?”


“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría.” (SANT. 3:13.)
 

SI SE le pidiera que mencionara a alguien muy sabio, ¿quién le vendría a la mente? ¿Su padre? ¿Su madre? ¿Una persona de edad avanzada? ¿Un profesor universitario? En el concepto que uno tenga de la sabiduría pueden influir factores como la crianza y las circunstancias. Sin embargo, lo que más nos importa a los siervos de Jehová es lo que él piensa al respecto.
 

 No todo aquel a quien el mundo considera sabio lo es realmente a los ojos de Dios. Por ejemplo, Job habló con unos hombres que creían tener esa cualidad y llegó a la siguiente conclusión: “[Yo] no hallo a ningún sabio entre ustedes” (Job 17:10). El apóstol Pablo, por su parte, escribió sobre algunos hombres que rechazaban el conocimiento de Dios: “Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios” (Rom. 1:22). Y el propio Jehová dijo mediante el profeta Isaías: “¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos [...]!” (Isa. 5:21).
 

 Como vemos, es necesario averiguar lo que se requiere para ser verdaderamente sabios y, como resultado, recibir el favor divino. Proverbios 9:10 señala: “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es”. La persona sabia debe tener un temor sano de Dios y respetar sus leyes. Y esto implica más que simplemente reconocer que Dios existe y que ha establecido normas. El discípulo Santiago nos hace reflexionar en este asunto (léase Santiago 3:13). Fijémonos en la expresión: “Que muestre por su conducta excelente sus obras”. Así es, la verdadera sabiduría debe reflejarse en todo lo que hacemos y decimos.
 

 Para ser sabios de verdad, hemos de tener buen juicio y utilizar el conocimiento y la facultad del entendimiento de la mejor manera. ¿Cómo demostramos con nuestras obras que poseemos tal sabiduría? Santiago enumera una serie de características que manifiestan quienes son sabios.* ¿Cómo nos ayuda lo que él dijo a tener buenas relaciones con nuestros hermanos y con otras personas?


[Nota]*
 

El contexto indica que Santiago estaba pensando principalmente en los ancianos o “maestros” de la congregación (Sant. 3:1). Y aunque es cierto que ellos en particular deben esforzarse por manifestar sabiduría, todos los cristianos podemos aprender de las palabras de Santiago.

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