Pages

Friday, June 10, 2011

¿Toma usted en cuenta el propósito de Dios al planear el futuro?


 

EN LOS bosques del oeste norteamericano vive una avecilla de color gris claro conocida como el cascanueces de Clark. Todos los años es capaz de enterrar hasta 33.000 semillas en 2.500 lugares diferentes, en preparación para el crudo invierno. Desde luego, estas previsoras aves son “instintivamente sabias” (Proverbios 30:24).
 

Ahora bien, la capacidad del ser humano para prepararse para el futuro supera con mucho a la de cualquier otra criatura terrestre. ¿En qué sentido? En que puede extraer lecciones de sus vivencias y tenerlas en cuenta al hacer planes. El sabio rey Salomón describió muy acertadamente al ser humano cuando dijo: “Son muchos los planes que hay en el corazón del hombre” (Proverbios 19:21).
 

Pero una cosa es cierta: al hacer planes no podemos controlarlo todo; así que no nos queda otro remedio que basarnos en suposiciones, en lo que creemos que ocurrirá. Por ejemplo, cuando pensamos en lo que vamos a hacer mañana, damos por sentado que saldrá el Sol y que seguiremos vivos. Obviamente, la primera suposición es muy sólida, pero la segunda no lo es tanto. El escritor bíblico Santiago fue muy realista al decir: “No saben lo que será su vida mañana” (Santiago 4:13, 14).
 

Jehová Dios, en cambio, no está sujeto a estas incertidumbres. Él sabe “desde el principio el final” y llevará a cabo lo que se ha propuesto pase lo que pase. “Mi propio consejo [o propósito] subsistirá —asegura—, y todo lo que es mi deleite haré.” (Isaías 46:10.) Pero ¿qué ocurre cuando los planes de los humanos entran en conflicto con el propósito de Dios?

No comments:

Post a Comment