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Tuesday, August 16, 2011

El espíritu santo: ¿por qué tantas opiniones?


¿QUÉ es el espíritu santo? Para muchos es un concepto difícil de definir. El mismo papa Benedicto XVI dijo en un discurso ante una multitud en Australia: “Tener una clara comprensión [del espíritu santo] nos parece algo fuera de nuestro alcance”.
 

En efecto, es tanta la confusión general que rodea este tema, que a muchos entendidos no les resulta fácil explicarlo. Algunos lo definen así:
 

• Un ser real que vive en el interior de todo discípulo de Cristo.
 

• La ciencia divina, una ley de Dios en acción.
 

• La presencia de Dios actuando en el mundo.
 

• La tercera persona de la Trinidad.
 

¿A qué se debe tanta diversidad de opiniones? La causa se remonta al siglo IV cuando algunos teólogos empezaron a enseñar que el espíritu santo era una persona de algún modo igual a Dios. Sin embargo, ni las Sagradas Escrituras ni los primeros cristianos enseñaron nada semejante. Una respetada obra católica explica que “el espíritu santo no se concibe en el A[ntiguo] T[estamento] como una persona”, sino como “la fuerza por la que Yahvéh interviene”. De hecho, afirma que “en la mayoría de los pasajes del N[uevo] T[estamento] se presenta [...] al Espíritu Santo como ‘algo’, no como ‘alguien’”. También indica que “las expresiones ‘Espíritu Santo’ y ‘virtud’ [o poder]” se usan como sinónimos (Diccionario de la Biblia, edición preparada por Serafín de Ausejo).
 

Pero ¿qué opina la gente al respecto? A muchos les cuesta creer que una fuerza —como el espíritu santo— pueda tener personalidad propia. Según una encuesta realizada recientemente en Estados Unidos, la mayoría de las personas no piensan que el espíritu santo sea un “ente individual”, esto es, un sujeto aparte de Dios y Cristo. Muchos teólogos, por su parte, insisten en que “el Espíritu Santo es una Persona realmente distinta como tal, del Padre y el Hijo”. ¿Cómo saber quién está en lo cierto?
La única fuente confiable a la que podemos acudir para saber la verdad es la Biblia.


Como indicó el apóstol Pablo, “nos ha sido dada por Dios” para “enseñarnos la verdad” y “hacernos comprender [los] errores” (2 Timoteo 3:16, La Biblia al Día, edición para España).
 

Ahora bien, ¿de qué nos sirve conocer la verdad acerca del espíritu santo? De mucho, pues para recibir la ayuda de Dios, debemos pedirle dicho espíritu. Por ejemplo, ¿no nos hemos sentido alguna vez sin fuerzas para seguir adelante? 

Es en momentos así cuando tenemos que seguir esta recomendación que Jesús hizo a sus discípulos: “Sigan pidiendo, y se les dará; [...] si ustedes [...] saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!” (Lucas 11:9, 13).


¿Por qué no ver las Escrituras aquí? 
 
BIBLIA EN LINEA

 

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