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Monday, October 31, 2011

Venzamos los obstáculos


 

 La langosta también tiene lecciones para nosotros. Una sola langosta de cinco centímetros (dos pulgadas) de largo seguramente no nos intimidaría, pero un gran enjambre es algo muy distinto (léase Proverbios 30:27). 

Un enjambre de langostas voraces puede acabar en poco tiempo con un hermoso sembradío. La Biblia habla de un enjambre de insectos —que incluía langostas—, y dice que el ruido que producía al acercarse era como el de carruajes de guerra o como el del rastrojo cuando se quema (Joel 2:3, 5). 

El hombre ha tratado de frenar el avance de los enjambres provocando incendios, pero este método casi nunca le ha dado resultados. ¿Por qué? 

Porque caen tantos insectos sobre el fuego que terminan por extinguirlo, de modo que el resto puede seguir su recorrido. Aunque no tienen un rey o un líder que las dirija, las langostas avanzan como un ejército bien disciplinado y superan prácticamente cualquier obstáculo (Joel 2:25).
 

 El profeta Joel comparó la labor de los siervos de Dios con la manera de actuar de las langostas. Él escribió: “Como hombres poderosos corren. Como hombres de guerra suben un muro. Y van cada cual en sus propios caminos, y no alteran sus sendas. Y uno al otro no se empujan. Como hombre físicamente capacitado en su derrotero, siguen yendo; y si algunos caen hasta entre los proyectiles, los demás no se apartan del derrotero” (Joel 2:7, 8).
 

 ¡Qué manera tan atinada de referirse a los proclamadores del Reino! Ningún “muro” de oposición ha podido detener su servicio. Imitan el ejemplo de Jesús, quien hizo la voluntad de Dios con perseverancia a pesar del desprecio de la gente (Isa. 53:3). 

Es cierto que algunos cristianos han caído “entre los proyectiles”, es decir, han muerto como mártires. No obstante, la predicación sigue adelante, y el número de proclamadores continúa creciendo. De hecho, no es raro que la persecución termine difundiendo las buenas nuevas entre las personas que de otro modo no hubieran podido escuchar el mensaje del Reino (Hech. 8:1, 4).

¿Demuestra usted en su ministerio la perseverancia de las langostas, aunque se enfrente a la indiferencia y la oposición? (Heb. 10:39.)




¿Por qué no ver las Escrituras aquí?   


 
BIBLIA EN LINEA 




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