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Monday, December 26, 2011

¿Quiénes son los demonios?


 

FANTASMAS, duendes, genios, demonios... Personas de diversas religiones creen en estos espíritus y los consideran malignos, buenos, o ambas cosas a la vez. Otras, en cambio, opinan que no son más que una superstición, un producto de la imaginación. Ahora bien, ¿qué dice la Biblia sobre este tema?
 

La Biblia enseña que el Creador mismo es un Espíritu y que sus primeras creaciones fueron espíritus, o ángeles (Juan 4:24; Hebreos 1:13, 14). Además, habla de espíritus malignos, a los que a veces llama demonios (1 Corintios 10:20, 21; Santiago 2:19). Pero no enseña que Dios creara a los demonios. Entonces, ¿quiénes son, y de dónde salieron?
 

“Ángeles que pecaron”

Cuando Dios creó a seres espirituales, los dotó de libre albedrío, es decir, de la capacidad de elegir por ellos mismos si hacer el bien o el mal. Por desgracia, tras la creación del ser humano, un número no especificado de ángeles optó por hacer el mal rebelándose contra Dios.
 

El primer espíritu que se rebeló, el más infame, se convirtió en Satanás. “No permaneció firme en la verdad”, dijo Jesucristo (Juan 8:44). ¿Qué impulsó a Satanás a volverse contra Dios? Empezó a codiciar la adoración que le pertenece exclusivamente al Creador, actuó en conformidad con ese deseo y se erigió en un dios rival. 

De esta manera se hizo a sí mismo Satanás, palabra que significa “opositor”. Siglos más tarde, antes del diluvio universal, otros ángeles se unieron a él al abandonar su puesto en los cielos y materializarse en forma humana para vivir en la Tierra (Génesis 6:1-4; Santiago 1:13-15). Cuando vino el Diluvio, todo indica que “los ángeles que pecaron” se desmaterializaron y regresaron a la región espiritual (2 Pedro 2:4; Génesis 7:17-24). Andando el tiempo se les llegó a conocer como demonios (Deuteronomio 32:17; Marcos 1:34).
 

Pero la situación de los ángeles desobedientes pasó a ser muy distinta de la que habían tenido antes de rebelarse. Judas 6 explica: “A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, [Dios] los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”. En efecto, Dios no permitió que los demonios volvieran a tener los privilegios que antes habían disfrutado en el cielo. Más bien, los privó de toda iluminación espiritual echándolos en simbólicos “hoyos de densa oscuridad”.
 

“Extraviando a toda la tierra habitada”

Aunque todo apunta a que los demonios no pueden materializarse de nuevo como seres humanos, siguen teniendo mucho poder y ejerciendo gran influencia sobre las ideas y la vida de la gente. De hecho, Satanás, junto con sus huestes demoníacas, “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9; 16:14). ¿De qué manera? En buena medida, a través de “enseñanzas de demonios” (1 Timoteo 4:1). Estas doctrinas falsas, a menudo de carácter religioso, han cegado la mente de millones de personas a la verdad sobre Dios (2 Corintios 4:4). Lo invitamos a considerar algunas de tales enseñanzas.
 

● La creencia de que los muertos siguen vivos. Por medio de apariciones, voces y diversos engaños, los demonios inducen a la gente a creer que los vivos pueden comunicarse con los muertos. Con ello también fomentan la mentira de que hay un alma que sobrevive a la muerte del cuerpo. Sin embargo, la Biblia afirma rotundamente que los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5, 6). Puesto que ‘han bajado al silencio’, ni siquiera pueden alabar a Dios (Salmo 115:17).
 

● La moral del “todo vale”. “El mundo entero yace en el poder del inicuo”, dice 1 Juan 5:19. Valiéndose de los medios de comunicación y de otros canales, Satanás y sus demonios promueven la maliciosa idea de que los seres humanos deben dar rienda suelta a sus más bajos deseos (Efesios 2:1-3). Por esa razón, el mundo de hoy está plagado de perversiones sexuales y de todo tipo de inmoralidad. Estas conductas llegan incluso a verse como normales, mientras que los principios bíblicos se suelen considerar anticuados o intolerantes.
 

● La creencia en el espiritismo. En cierta ocasión, el apóstol Pablo se encontró con una sirvienta poseída por “un demonio de adivinación [mediante el que] proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción” (Hechos 16:16). Pablo se negó a escucharla, pues sabía de dónde procedían sus dotes sobrenaturales. Además, no quería ofender a Dios, para quien son detestables todas las formas de espiritismo, incluyendo la astrología y la práctica de invocar a poderes ocultos (Deuteronomio 18:10-12).
 

Protéjase de los demonios

¿Cómo puede usted protegerse de los espíritus malignos? La Biblia responde: “Sujétense [...] a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes” (Santiago 4:7). Podemos seguir este mandato obedeciendo en nuestra vida las enseñanzas de la Biblia, el único libro sagrado que denuncia abiertamente a Satanás, los demonios y sus “artimañas” (Efesios 6:11, nota; 2 Corintios 2:11). La Biblia también nos dice que los espíritus malignos y todos los que se oponen a Dios dejarán de existir (Romanos 16:20). “Los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella”, asegura Proverbios 2:21.

¿SE LO HA PREGUNTADO?

● ¿Creó Dios a los demonios? (2 Pedro 2:4.)
 

● ¿Se puede hablar con los muertos? (Eclesiastés 9:5, 6.)
 

● ¿Cómo puede usted protegerse de los demonios? (Santiago 4:7.)


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