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Friday, January 6, 2012

¿Estamos viviendo en los últimos días?



 

LA EXPRESIÓN “tiempos críticos, difíciles de manejar”, es una traducción del griego kai‧rói kja‧le‧pói. (2 Timoteo 3:1.) Kja‧le‧pói es el plural de una palabra que literalmente significa “fiero”, y transmite la idea de amenaza y peligro. Cierto comentarista bíblico dice que se refiere a un “tremendo ataque del mal”. Por lo tanto, aunque las anteriores épocas experimentaron agitación, la fiereza de “los últimos días” sería de una magnitud extraordinaria. Como dice 2 Timoteo 3:13, ‘los hombres inicuos e impostores avanzarían de mal en peor’.
 

¿Cuadra dicha descripción con nuestros tiempos? Analicemos algunas pruebas concretas que aparecen en 2 Timoteo 3:2-5 para ver si en realidad estamos viviendo en los últimos días.
 

“Los hombres serán [...] amadores del dinero.” (2 Timoteo 3:2.)
 

Según U.S.News & World Report, el fraude se ha vuelto “una orgía de delitos financieros”. En Estados Unidos, las pérdidas por fraude tan solo en el servicio médico oscilan entre 50.000 millones y 80.000 millones de dólares al año. Lamentablemente, tal deshonestidad es muy frecuente. En palabras de Gary Edwards, presidente del Ethics Resource Center (Centro de Información sobre la Ética), vivimos en “una cultura que en ocasiones celebra la falta de honradez”. Explica: “Convertimos en héroes a maleantes, a políticos e industriales que defraudan al sistema con la más absoluta impunidad”.
 

“Altivos.” (2 Timoteo 3:2.)
 

Los altivos tratan con desdén a los demás, según se evidencia en el racismo y nacionalismo tan extendidos hoy día. “Las minorías, sin excepción, son un blanco —dice The Globe and Mail, de Toronto (Canadá)—. La violencia racial crece en Alemania, el Ku Klux Klan está activo en Estados Unidos y las esvásticas afean las aceras y sinagogas de Toronto.” Irving Abella, presidente del Congreso Judeocanadiense, afirma: “[La violencia racial] está presente en todas partes: tanto en Suecia, Italia, Holanda y Bélgica como en Alemania”.
 

“Desobedientes a los padres.” (2 Timoteo 3:2.)
 

“Muchos culpan a los que nacieron después de la II Guerra Mundial de haber criado una generación de insolentes, contenciosos e irrespetuosos”, indica The Toronto Star. La rebeldía que comienza en casa se extiende a la escuela. Una profesora comenta que hasta los niños de 4 años son respondones. “Los maestros dedicamos más tiempo al comportamiento que a la enseñanza”, sostiene. Naturalmente, no todos los jóvenes son rebeldes. Sin embargo, como dice el veterano profesor de secundaria Bruce MacGregor, “la tendencia parece ser la de no tener respeto a nada”.
 

“Sin tener cariño natural.” (2 Timoteo 3:3.)
 

Los últimos días presenciarían un marcado deterioro de la familia, donde más que en ninguna otra parte debería imperar el cariño natural. The New York Times informa que “la violencia doméstica es la principal causa de lesiones y muertes femeninas en Estados Unidos, y el daño que provoca es mayor que la suma de accidentes de tránsito, violaciones y atracos”. En la mayoría de los casos de abuso deshonesto de menores, los agresores son familiares de confianza. El alto índice de divorcios, el maltrato de ancianos y el aborto constituyen una prueba más de que el mundo está lleno de individuos “desnaturalizados”. (Nácar Colunga.)
 

“Feroces, sin amor del bien.” (2 Timoteo 3:3.)
 

“Los jóvenes asesinos no precisan de un móvil —escribe el columnista Bob Herbert—. Muchos han acogido con entusiasmo el concepto de volarle la tapa de los sesos a un ser humano ‘solamente porque sí’.” Hasta algunos padres carecen de toda fibra moral. Cuando se acusó a un grupo de adolescentes de competir para ver quién se acostaba con el mayor número de muchachas, el padre de uno de ellos comentó: “Mi hijo hizo lo que hubiera hecho cualquier norteamericano fogoso de su edad”.
 

“Amadores de placeres más bien que amadores de Dios.” (2 Timoteo 3:4.)
 

De acuerdo con ciertos cálculos, por cada hora que los adolescentes ocupan en asuntos religiosos, dedican quince a los medios electrónicos. “Hoy —informa el Altoona Mirror—, la vida del adolescente está dominada por la cultura que promueven los medios de comunicación y que prospera en los centros comerciales y los pasillos de las escuelas. Después, está la familia; la última en la lista es la iglesia.” Y añade: “Si los padres no están presentes y las iglesias no se pronuncian, entonces los medios informativos se constituyen en la voz que guía la vida de los jóvenes”.
“Teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder.” (2 Timoteo 3:5.)
 

La verdad bíblica tiene el poder de transformar vidas. (Efesios 4:22-24.) Pero al amparo de la religión se perpetran algunos de los actos más impíos. Un vergonzoso ejemplo es el abuso sexual de menores por parte del clero. Según The New York Times, un abogado de Estados Unidos “afirma tener pendientes en veintisiete estados 200 asuntos de clientes que alegan haber sido agredidos sexualmente por sacerdotes”. En realidad, las obras malas de estos eclesiásticos revelan la hipocresía de sus pretensiones de devoción piadosa.
 

MÁS PRUEBAS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
 

2 TIMOTEO 3:2-4 DICE TAMBIÉN QUE LOS HOMBRES SERÍAN:
 

□ Presumidos
 

□ Blasfemos
 

□ Desagradecidos
 

□ Desleales
 

□ No dispuestos a ningún acuerdo
 

□ Calumniadores
 

□ Sin autodominio
 

□ Traicioneros
 

□ Testarudos
 

□ Hinchados de orgullo




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