Pages

Wednesday, March 7, 2012

¿Qué significado tiene el bautismo de Jesús?


 

 El propósito de Dios era que, al llegar a adulto, Jesús fuera un equivalente exacto de Adán antes del pecado (Rom. 5:14; 1 Cor. 15:45). Para ello era preciso que naciera perfecto. ¿Cómo fue eso posible? El ángel Gabriel se lo explicó a María, la madre de Jesús, con estas sencillas palabras: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios” (Luc. 1:35). Cuando Jesús era pequeño, María debió de haberle contado algunos detalles sobre su nacimiento. Por este motivo, en la ocasión en que ella y su esposo, José, lo encontraron en el templo, él les preguntó: “¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?” (Luc. 2:49). Todo parece indicar que Jesús sabía desde muy temprana edad que era el Hijo de Dios. De ahí que fuera tan importante para él exaltar la justicia divina.
 

 Jesús demostró su profundo interés en los asuntos espirituales asistiendo fielmente a las reuniones del pueblo de Dios. Contaba con una mente perfecta que absorbía todo lo que escuchaba, así como lo que leía en las Escrituras Hebreas (Luc. 4:16). Además, tenía otra valiosísima posesión: un cuerpo perfecto que podría sacrificar por la humanidad. Eso estaba en armonía con las palabras proféticas de Salmo 40:6-8, en las cuales probablemente estaba pensando al orar a Jehová en el momento de su bautismo (Luc. 3:21; léase Hebreos 10:5-10).
 

 Cuando Jesús fue a Juan para que lo bautizara, este se negó en un principio. ¿Por qué? Porque el bautismo que él llevaba a cabo era un símbolo mediante el cual los judíos demostraban arrepentimiento por haber pecado y violado la Ley. Como eran parientes cercanos, Juan debía de saber que Jesús no tenía pecados de los cuales arrepentirse. Sin embargo, este le aseguró que era correcto que lo sumergiera en agua. “De esa manera —le dijo— nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo.” (Mat. 3:15.)
 

 Jesús pudo haber pensado en procrear descendientes sin pecado, ya que él era perfecto, tal como lo había sido Adán. Sin embargo, nunca soñó con un futuro así, pues esa no era la voluntad de Jehová para él. Dios lo había enviado para que fuera el Mesías, la Descendencia prometida, y eso exigía que sacrificara su vida humana perfecta (léase Isaías 53:5, 6, 12). Ahora bien, hay que señalar que el bautismo de Jesús no tuvo el mismo significado que el nuestro. No simbolizó su dedicación a Jehová, pues él formaba parte de Israel, una nación que ya estaba dedicada al Creador. Más bien, fue su presentación ante Dios para efectuar su voluntad, tal como lo señalaban las profecías mesiánicas.
 

 Jesús aceptó realizar la voluntad de Dios, lo que en su caso implicaba predicar las buenas nuevas, hacer discípulos y prepararlos para que continuaran con esa obra de enseñanza. Pero al presentarse ante Jehová, Jesús también indicó que estaba dispuesto a ser perseguido y a sufrir una muerte cruel, apoyando así la justa soberanía divina. Ahora bien, él amaba profundamente a su Padre. Por eso, la oportunidad de hacer su voluntad y llegar a entregar su cuerpo como sacrificio le producía gran satisfacción (Juan 14:31). También se sentía muy feliz de saber que podría rescatarnos de la esclavitud al pecado y la muerte ofreciéndole a Dios el valor de su vida perfecta. Al presentarse para asumir estas serias responsabilidades, ¿obtuvo la aprobación de Jehová? ¡Claro que sí!
 

 Los cuatro Evangelios señalan que Jehová manifestó claramente su aprobación cuando Jesús salió de las aguas del Jordán. Juan el Bautista dio fe de lo sucedido: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre [Jesús]. [...] Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios” (Juan 1:32-34). De hecho, el propio Jehová declaró en aquella ocasión: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado” (Mat. 3:17; Mar. 1:11; Luc. 3:22).




¿Por qué no ver las Escrituras aquí?

BIBLIA EN LINEA

http://bit.ly/cZHJQJ

http://bit.ly/1rw0gT

http://bit.ly/ciF1LC

http://xchg.com

No comments:

Post a Comment