Pages

Sunday, October 28, 2012

Siga buscando primero el Reino


 

Jesús enseñó a sus seguidores a poner los valores espirituales por encima de todo lo demás. En el Sermón del Monte, aconsejó a sus oyentes: “Nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de ponernos?’. Sigan [...] buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas [...] cosas [materiales necesarias] les serán añadidas” (Mateo 6:31, 33). Poco después de la muerte de Jesús, los cristianos recién bautizados siguieron dicho consejo. Muchos eran judíos y prosélitos del judaísmo que habían viajado a Jerusalén para la celebración de la fiesta de Pentecostés de 33 E.C. Mientras estaban allí, sucedió algo inesperado: oyeron las buenas nuevas acerca de Jesucristo y las abrazaron. Como deseaban aprender más acerca de su nueva fe, permanecieron en Jerusalén. Aunque se les empezaron a agotar las provisiones, las comodidades materiales eran de importancia secundaria para ellos. ¡Habían encontrado al Mesías! Sus hermanos cristianos compartieron con ellos sus bienes materiales a fin de que todos pudieran continuar “dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y [...] a oraciones” (Hechos 
2:42).
 

Con el tiempo, algunos cristianos perdieron de vista la importancia de disfrutar de compañerismo con regularidad en las reuniones (Hebreos 10:23-25). Tal vez se hicieron materialistas y descuidaron los asuntos espirituales al tratar de conseguir seguridad económica para ellos mismos y su familia. Tras exhortar a los hermanos a no abandonar las reuniones, el apóstol Pablo escribió: “Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes. Porque él ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé’” (Hebreos 13:5).
 

El consejo de Pablo fue muy oportuno. Aproximadamente cinco años después de escribir Pablo su carta a los Hebreos, el ejército romano de Cestio Galo rodeó Jerusalén. Los cristianos fieles recordaron la advertencia de Jesús: “Cuando alcancen a ver [esto] [...,] el que esté sobre la azotea no baje, ni entre a sacar nada de su casa; y el que se halle en el campo no vuelva a las cosas atrás para recoger su prenda de vestir exterior” (Marcos 13:14-16). Sabían que su supervivencia no dependía de que tuvieran un empleo estable ni del valor de sus posesiones materiales, sino de su obediencia a las instrucciones de Jesús. A quienes habían seguido el consejo de Pablo y habían puesto los intereses espirituales en primer lugar les fue indudablemente más fácil dejar atrás su hogar, su empleo, su ropa y sus preciadas pertenencias y huir a las montañas que a los que no se habían librado del amor al dinero.

¿Por qué no ver las Escrituras aquí?

BIBLIA EN LINEA

http://bit.ly/cZHJQJ

http://bit.ly/1rw0gT

http://bit.ly/ciF1LC

No comments:

Post a Comment