Diez requisitos que necesitas cumplir para no perder tu trabajo Por Carlos Salas Los directores de personal no se ponen de acuerdo. Para algunos, el empleado ideal es el más honesto. Para otros, es el más listo, es decir, el que sale enfrentarse a cambios o situaciones difíciles. Es difícil elaborar una lista de cualidades pero si se pudieran resumir, estas serían las cualidades más buscadas por las empresas. 1. Saber cambiar. Tan sencillo como eso: cambiar. Las nuevas tecnologías modifican el entorno y las empresas que no sepan cambiar se quedan anquilosadas. Muchas empresas darían su alma al diablo si la plantilla estuviera compuesta por empleados sin miedo al cambio, sin miedo a modificar sus fórmulas de trabajo, sus horarios, sus herramientas y su vida laboral. 2. No tiene miedo a las tormentas. Llámenlo crisis o hecatombes. Las empresas están sometidas a desafíos permanentes. Se estropean las máquinas, se cortan los suministros, se plantean contratos difíciles de cumplir. Pero allí está el empleado que sonríe ante las dificultades porque piensa que así aprende algo nuevo. Estos serán siempre indispensables. 3. Preparación total. Sabe inglés o francés. Sabe informática y contabilidad. Sabe de nuevas tecnologías y de mercados extranjeros. El empleado polivalente siempre tendrá un hueco en la empresa porque se preocupó de asistir a cursos de formación mientras otros estaban en la hora del bocadillo. 4. Trabajo en equipo. Lo dicen todas las empresas pero en realidad es su agujero negro. ¿Cuántos empleados saben trabajar en equipo? No es fácil porque significa ser disciplinado, asumir su responsabilidad, compartir el conocimiento con otros, ayudarles, resolver los problemas planteados por los jefes y pensar siempre en la organización y en el equipo. Es el empleado no-egoísta. 5. Cumplidor. No se retrasa en la entrega de los trabajos aunque tenga que empeñarse días y noches. Siempre cumple a su hora y en su cometido. Demuestra capacidad de sacrificio porque las empresas cambian sus planes y sus horarios de entrega, pero este empleado no falla. 6. No se queja. Difícil encontrar a un empleado que no se queje ante la carga abrumadora, los cambios o los nuevos desafíos. Este empleado no crea mal ambiente sino que hace las cosas más fáciles y llevaderas. Es el empleado de acción, el que hace, no el que habla. 7. Honesto, sí. Y por supuesto, honesto. No usa el ordenador para descargarse música, o se pasa el día hablando con los amigos. Es el empleado agradecido que es incapaz de llevarse un bolígrafo, de quedarse con un euro más de la dieta que le corresponde. Con este empleado, sobran las máquinas de fichar porque es fiel al horario y a las reglas. La empresa no pierde dinero. 8. Productivo. Porque no se pasa el día fumando cigarrillos ni yendo a la máquina de café. Se concentra en su trabajo y se emplea a fondo. Cada minuto de su trabajo es oro para la empresa. Saca más trabajo en menos tiempo porque es organizado y planificador. Será un buen jefe algún día. 9. Iniciativa. Toma decisiones adelantadas, previendo futuros problemas y adoptando soluciones. Es un empleado diligente y visionario. Tiene el camino allanado para emprender su propia empresa si lo dejan escapar. 10. Franqueza. Dice la verdad, no hace la pelota y se muestra sincero con sus compañeros y con sus jefes. Es de fiar. Todos le respetan porque no se amilana ante nadie ni ante nada. Para él, lo importante es ser auténtico consigo mismo. Una joya. |
Examining the Bible Scriptures Daily, Such instructions gave Jesus ‘the tongue of the taught ones’ so that he would ‘know how to answer the tired one with a word.’ (Isa. 30:20; 50:4; Matt. 11:28-30) Being awakened to timely counsel from the Word of God each morning will not only help you to cope with your own problems but also equip you with ‘the tongue of the taught ones’ to help others.”
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