REFLEXIONEMOS EN ESTE TEMA Y MAS SI TU LO ESTAS PASANDO... MATEO 6:33 PONGAN EN PRIMER LUGAR A JEHOVÁ... DISFRUTA LO SIGUIENTE:
El pez y el ave
Había una vez un pececito que vivía en un estanque, mientras disfrutaba de pasearse en su hogar vio cómo un hermosa ave se deslizaba hábilmente por el aire y giraba magníficamente, dejándose admirar y rozando muy cerca el agua del estanque. Sus colores brillantes y versátiles se reflejaban en las escamas del pececito mientras éste observaba la hermosa apariencia del ave y cómo se paseaba con sus alas sobre los aires, el pececito también observaba que el ave tenía sus pulmones para respirar y mantenerse vivo y un maravilloso arco iris de colores que le servía de atuendo.
Así paso el tiempo y el ave y el pececito se maravillaban y sorprendían uno del otro, pues cada uno era diferente del otro, cada uno tenía su propia belleza y fue creciendo así un amor entre ambos. Un día el ave que estaba ya enamorado del pececito le dijo: ‘Cásate conmigo y vamos a volar por el aire y a deslizarnos entre las nubes y pasar muy cerca del sol’
- ¡No! -le respondió el pececito-, yo no puedo salir del agua, moriría... pero, ¿por qué no vienes al agua?... y así andaremos los dos juntos y viviremos muy felices en mi hogar... siempre juntos.
- ¡No! -dijo triste el ave-, yo no puedo respirar dentro del agua, moriría enseguida... no nací para vivir dentro del agua, mi vida está aquí, en respirar el aire y en moverme con libertad por encima de todo.
Sí, era un amor imposible, ninguno de los dos viviría si alguno se saliese de su medio de vida. Un ave no vive dentro del agua, ni un pez fuera de ella
Lección práctica: La anterior es una ilustración que relata como es imposible una relación entre personas que no aman a Jehová y los que procuramos hacerlo. A modo de ilustración en su discurso un hermano dijo que alguien que conoce las normas de Jehová Dios no puede vivir con una persona que no ama a Jehová y formar una vida matrimonial con éxito, al igual que si un pez se arriesgara a salirse del ‘agua de vida’ moriría; un siervo de Jehová casado con alguien del mundo perecería espiritualmente, sin el alimento espiritual que es como ‘aguas de vida’ podría perder la fe y alejarse de Jehová, hasta abandonar su organización el ‘estanque’ de esas aguas (Juan 4:14, Hebreos 3:12). El apóstol Pablo mencionó: ‘¿Qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?’ (2 Corintios 6:14,15). ¡Qué gran verdad! Que Jehová nos permita seguirle siendo fieles e íntegros al escoger a nuestro cónyuge, para no desagradarle a él y seguir en su hermoso pueblo y recibir sus maravillosas bendiciones, ¿no lo creen?
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