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Tuesday, January 11, 2011

El hombre rico y Lázaro... ¿qué lección recibimos?


JESUCRISTO enseñaba a menudo una lección por medio de relatar una historia. He aquí como Jesús empezó una historia famosa: “Cierto hombre era rico, y se ataviaba de púrpura y lino, gozando de día en día con magnificencia. Pero a su puerta solían colocar a cierto mendigo, de nombre Lázaro, lleno de úlceras y deseoso de saciarse de las cosas que caían de la mesa del rico. Sí, también, los perros venían y le lamían las úlceras”.

Así que Jesús simplemente dijo que cierto hombre era rico, vestía ropa cara y comía bien, mientras Lázaro estaba hambriento, cubierto de úlceras y lo lamían los perros. ¿Era ésta la historia de personajes reales? No.

La Biblia de Jerusalén, versión católica, explica en una nota al pie de la página que ésta era una “historia-parábola, sin relación alguna con la historia”. Note por qué, de acuerdo con lo que Jesús dijo a continuación:
“Ahora con el pasar del tiempo murió el mendigo y fue llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán. También, murió el rico y fue sepultado. Y en el Hades alzó los ojos, existiendo en tormentos, y vio de lejos a Abrahán y a Lázaro en la posición del seno con él. De modo que llamó y dijo: ‘Padre Abrahán, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy en angustia en este fuego llameante’”. (Lucas 16:19-24.)

Como puede ver, Jesús no dijo nada de que el hombre rico hubiera vivido una vida degradada que mereciera castigo llameante; la falta del hombre era que no alimentaba a los pobres. Además, Jesús no dijo nada en cuanto a que Lázaro hiciera cosas buenas, cosas que claramente merecieran que él fuera al cielo, lo cual es lo que algunas iglesias afirman que es el significado del ser llevado al seno de Abrahán. Además, Abrahán, como David, estaba muerto y en la tumba; por eso, los ángeles no podían llevar literalmente a Lázaro al seno de Abrahán (Hechos 2:29, 34; Juan 3:13). Si el hombre rico hubiera estado en algún lugar con fuego literal, ¡de seguro Lázaro no hubiera podido beneficiarlo con solo una gota de agua!

¿A quiénes, pues, representaron el hombre rico y Lázaro? ¿Y qué representó la muerte de ellos? El hombre rico representó a los presumidos líderes religiosos que no alimentaban espiritualmente a la gente, y Lázaro representó a la gente común que aceptó a Jesucristo. La muerte de ellos representó un cambio en la condición de éstos.

Este cambio o muerte respecto a la condición anterior del hombre rico y de Lázaro aconteció cuando Jesús alimentó en sentido espiritual a las personas que, a semejanza de Lázaro, no habían recibido la atención debida. De modo que éstas entraron en el favor del Abrahán Mayor, Jehová Dios. Al mismo tiempo, los presumidos líderes religiosos ‘murieron’ respecto a tener el favor de Dios y llegaron a sentirse atormentados por causa de las enseñanzas de Cristo y sus seguidores. Por ejemplo, cuando Esteban los desenmascaró públicamente, “se sintieron cortados hasta el corazón y se pusieron a crujir los dientes [...] y se pusieron las manos sobre los oídos”. Sufrieron tormento. (Hechos 7:51-57.)

Por lo tanto, más bien que enseñar que después de la muerte se atormenta a las personas en un infierno ardiente, la historia de Jesús describe el cambio de condición que sus enseñanzas produjeron entre personas de dos clases.

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