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Friday, March 25, 2011

Una profecía que se extiende hasta nuestros días


 

Jesús indica cómo se sabría que él ha comenzado a reinar y que el fin de este mundo está cerca
 

ESTANDO en el monte de los Olivos, que ofrecía una hermosa vista de Jerusalén y su templo, cuatro apóstoles le pidieron a Jesús en privado que les explicara ciertos comentarios suyos. Acababa de decir que el templo sería derribado, y anteriormente les había hablado de “la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 13:40, 49). Así que le preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo 24:3).
 

En su respuesta, Jesús les aclaró lo que sucedería antes de que Jerusalén y su templo fueran destruidos. Pero, en realidad, su predicción iba mucho más allá, pues posteriormente se cumpliría a escala mundial. Para saber cuándo Jesús volvería a estar presente, los habitantes de la Tierra tendrían que estar atentos a una señal: un conjunto de sucesos mundiales que ocurrirían durante el mismo período. Dicha señal indicaría que Jehová ya habría coronado a Jesús Rey del Reino mesiánico y que este gobierno pronto acabaría con la maldad y restauraría la paz en todo el planeta. Los sucesos predichos por Jesús marcarían el final del mundo actual —con todo su sistema político, social y religioso— y el comienzo de un nuevo mundo.
 

Jesús dijo que, cuando él comenzara a reinar en los cielos, por toda la Tierra habría guerras, hambre, terremotos y epidemias. El respeto por la ley iría desapareciendo. Además, sus verdaderos discípulos predicarían a todas las naciones las buenas noticias del Reino de Dios. El punto culminante de la señal sería la “gran tribulación”, la época más angustiosa de la historia (Mateo 24:21).
 

¿Y cómo sabrían los cristianos que se acerca ese terrible momento? Jesús dijo a sus discípulos: “Aprendan de la higuera” (Mateo 24:32). Cuando una higuera empieza a echar hojas, se sabe que el verano está cerca. Igualmente, cuando en un mismo período de tiempo sucedieran todas las cosas predichas por Jesús, se sabría que el fin es inminente. Ahora bien, Jesús dijo que solo el Padre conocía el día y la hora en que comenzaría la gran tribulación. Por ello, advirtió: “Manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado” (Marcos 13:33).
 

(Basado en los capítulos 24 y 25 de Mateo, el capítulo 13 de Marcos y el capítulo 21 de Lucas.)

 

LA SEÑAL DE LA PRESENCIA DE CRISTO
 

  Jesús profetizó cuál sería la señal de que Dios pronto destruiría al mundo corrompido por la maldad. La humanidad comenzó a ver esa señal a partir de la I Guerra Mundial. Los acontecimientos religiosos, políticos y sociales de la actualidad desembocarán dentro de poco en el predicho fin, y nadie podrá evitarlo. Para salvarse, los discípulos de Cristo deben mantenerse alerta y demostrar fuera de toda duda que se han puesto de parte de Dios en la cuestión sobre su derecho a gobernar (Mateo 24:3-14; Lucas 21:36).

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