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Friday, April 1, 2011

PUntos de vista de numerosas personas que expresaron en publicaciones periodistas o en libros su repudio al nazismo y la aceptacion a la valerosa actitud de los TJ.‏

CITAS SOBRE LOS BIBELFORSCHER
(Estudiantes de la Biblia)

"He venido hasta aquí deliberadamente con la intención de testificar sobre estos hechos, por si en el futuro surgiera la tendencia de afirmar que estas 'acusaciones' [sobre los campos de concentración] son solo propaganda.

He querido verlo con mis propios ojos. Si no me sirve para comprender, al menos me habrá servido para saber."
General Dwight Eisenhower
Museo del Holocausto - Washington

"Los Bibelforscher, "investigadores de la Biblia", también llamados testigos de Jehová, que llevaban un triángulo violeta, ya no eran muy numerosos en Buchenwald en el invierno de 1944. Internados debido a negarse por sus convicciones religiosas a usar armas […] habían sido objeto de castigos y represalias asesinas." 
Jorge Semprún
Viviré con su nombre, morirá con el mío

"La historia de los testigos de Jehová es una de las más notables. A causa de sus creencias religiosas, fueron una de las primeras religiones proscritas [...] por el gobierno nazi alemán en 1933. Este hecho se debió simplemente a que entendieron que debían su obediencia y compromiso a una ley superior, la ley de Dios. Como resultado, fueron perseguidos tan despiadadamente como los judíos y los gitanos, y se les internó en campos de concentración, donde muchos de ellos perdieron la vida."
Sybil MiltonHistoriadora del Museo del Holocausto - Washington
¡Despertad!

"La Historia tiene más de una jugada en su haber que le hace dejar en el camino parte de su patrimonio, y el relato de los Bibelforscher forma parte de ese patrimonio, como una fracción indestructible, indeleble, inevitable."
Sylvie Graffard y Léo Tristan
Los Bibelforscher y el nazismo.
Los olvidados de la Historia

"He leído con profunda emoción el libro Kreuzzug gegen das Christentum (Cruzada contra el cristianismo) y su documentación sobrecogedora. No puedo describir el sentimiento de aversión y odio que embarga mi corazón al leer estos relatos de degradación humana y crueldad abominable. [...] El silencio solo serviría para fomentar la indiferencia moral del mundo."
Thomas Mann(Küsnacht-Zurich, 2 de agosto de 1938.)
Premio Nóbel, 1929


LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
"Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles" (Salmo 118:9). Sobre la base de este principio bíblico, los testigos de Jehová (Ernsten Bibelforscher) rechazaron con rotundidad la autoridad del estado nazi [sobre sus vidas]. A su rechazo habitual a saludar la bandera nacional o a votar, se sumó además la negativa a realizar el saludo Heil Hitler! y a prestar juramento al Führer. Esta falta evidente de adhesión, y la acusación de pertenecer a una secta internacional "judeobolchevique" motivaron, entre otras causas, su persecución. Desde abril de 1933 los Bibelforscher fueron objeto de vejaciones y humillaciones públicas, se prohibieron sus actividades, se confiscaron los bienes de su asociación, y quemaron su literatura. Tras cada una de sus campañas de protesta con impresos informativos, sufrieron nuevas medidas represivas. Como el quinto mandamiento del Decálogo prohíbe empuñar las armas, con el establecimiento del servicio militar a partir de 1935 se intensificaron las persecuciones: entonces se les apartó de la administración pública, fueron despedidos de sus trabajos, separados de sus hijos y enviados a campos de concentración. Su situación se agravó aún más, primero al estallar la guerra y ponerse en marcha la Gitteraktion contra "todos los que se atreven a contrariar el espíritu combativo de la nación" (Heydrich) -se ejecutó a los Bibelforscher que no respondieron a la orden de movilización- y después, a partir de 1942, con los cambios en la situación militar. De los aproximadamente 25.000 adeptos que había en Alemania en 1933, 19.268 de los cuales eran predicadores activos, más de 10.000 fueron arrestados durante el período nazi.
"Alentados por su fe paciente en la proximidad del fin del mundo, no dejaron de ser trabajadores serviciales y voluntariosos, tanto para las SS como para sus camaradas de cautiverio", relata Eugéne Kogon, deportado político en Buchenwald. En los campos, a pesar de que a partir de 1938 se les ofreció la posibilidad de obtener la liberación a cambio de una declaración de renuncia, la mayoría de los "triángulos púrpura" mantuvo su negativa a saludar, acudir a los recuentos, y participar en el esfuerzo bélico. Esa negativa trajo como consecuencia malos tratos y ejecuciones. Entre cuatro y cinco mil testigos de Jehová encontraron la muerte en los campos. Por todo ello, Margarete Buber-Neumann, deportada política que fue durante dos años encargada del barracón número tres de Buchenwald, donde se agrupaban las Bibelforscherinnen, considera que aquellas mujeres "demostraron durante todos esos años que pasaron en los campos, que la muerte no las asustaba, y que eran capaces de soportar estoicamente sufrimientos indescriptibles en nombre de Jehová".
(La déportation et le systéme concentrationnaire nazi, pág. 82)François Bédarida y Laurent Gervereau.
Patrocinada por el Sr. François Miterrand, presidente de la república.
Con el apoyo del Deutsches Historisches Museum de Berlín y del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Federal Alemana.


"Los más valerosos fueron los Testigos de Jehová, que afirmaron su oposición doctrinaria directa desde el principio y sufrieron las consecuencias. Se negaron a cooperar con el Estado nazi, al que denunciaron como una entidad absolutamente perversa. Los nazis creían que eran parte de la conspiración internacional judeomarxista. Muchos fueron sentenciados a muerte por negarse a prestar servicio militar e incitar a otros a hacer lo mismo; o terminaron en Dachau o en asilos para locos. Un tercio fue asesinado; el noventa y siete por ciento sufrió persecuciones de distinto carácter. Fue el único grupo cristiano que despertó la admiración de Himmler."
Paul JohnsonLa historia del cristianismo

"Lugar destacado entre los adversarios del nazismo era el que ocupaban los Testigos de Jehová, la mayoría de los cuales (97%) sufrieron mayor persecución que los miembros de cualquier otra Iglesia. No menos de un tercio de sus fieles habían de perder la vida como consecuencia de su negativa a doblegarse o transigir. En contraste con la ductilidad de las Iglesias más importantes, los Testigos mantuvieron hasta el fanatismo su oposición doctrinal.
Ninguna otra secta mostró una resolución siquiera remotamente comparable a la de los Testigos, frente a toda la fuerza del terrorismo de la Gestapo."
J. S. ConwayLa persecución religiosa de los nazis 1933 - 1945

"Dichas mujeres habían sido internadas a causa de su fe. Pertenecían a la secta "El testigo de Jehová". [...] Fueron encerradas en celdas individuales, azotadas, humilladas de todas las formas concebibles, sin disfrutar de comodidad alguna y vigiladas continuamente por hombres. Tuvieron que vivir en medio de la suciedad, y cuando sus zapatos se gastaron anduvieron descalzas, trabajando sobre el hielo hasta caer extenuadas. Se les obligó a realizar largas y rápidas marchas que ningún soldado hubiese podido resistir, y durante años la comida que se les dio fue escasa y mala, lo imprescindible para no morir y terminar así sus sufrimientos. [...] Me producía una excelente impresión su dócil y serio porte. Eran mujeres leales, buenas, diligentes y dispuestas a todo trabajo que no tuviera relación con la guerra."
Félix KerstenYo fui confidente de Himmler

"La conducta de los testigos de Jehová presenta muchas de las características atribuibles a los miembros de la resistencia. Se opusieron al nacionalsocialismo; se negaron a obedecer sus dictados, que les parecían ofensivos; participaron en actos de desobediencia civil, distribuyeron literatura clandestinamente, ayudaron a los judíos, repartieron propaganda antinazi y en general, perturbaron el funcionamiento del estado nacionalsocialista.
"Los Testigos contaban posiblemente con la red clandestina más eficaz de los campos, después de los comunistas. Ayudaban a los Testigos recién llegados, se apoyaban entre sí y ofrecían la ayuda que les fuera posible, incluso a otros reclusos. [...] Los Testigos murieron como mártires y compartieron con otros sentenciados a muerte su teología del martirio. Como recuerda un prisionero "la mayoría de los internos los respetaban y los veían como 'rocas en medio del fango' "."
Christine KingBulletin John Rylands Library

"La postura de estas personas me ha infundido fuerza. Si ellas pueden aguantar, ¿por qué yo no [...]? Solo puedo admirar la resistencia que han ofrecido y el carácter que han demostrado. [...] Todos [los Bibelforscher] son honrados, tengo que reconocerlo sin reserva aunque sea sacerdote católico."
Dr. Karl Klinkhammer, el capellán "rojo" del Ruhr, recluso.
Prólogo del libro Entre la resistencia y el martirio.
Los Testigos de Jehová en el Tercer Reich, Dr. Detlef Garbe, pág. 40.

"Debido a la fidelidad incondicional a sus convicciones religiosas, los testigos de Jehová se negaron a apoyar al régimen nacionalsocialista. No rindieron homenaje al "Führer", ni se adhirieron al partido. Por lo general, no obedecieron el llamamiento a filas; no se doblegaron ante la proscripción de su confesión religiosa. Y todo eso pese a que su rechazo [del nazismo] supuso para miles la reclusión en campos de concentración y para centenares la pena de muerte. Con todo derecho, esa postura merece el máximo respeto y atención públicos. Sin importar como se valoren el comportamiento y motivos de los testigos de Jehová, está fuera de toda duda que, en contraste con la gran mayoría de la población alemana, ellos en ningún momento apoyaron el régimen nacionalsocialista. Es más, la postura adoptada por los testigos de Jehová "hubiera sido la apropiada -según Klaus Drobisch- para la mayoría de la población"."
Dr. Detlef Garbe
Entre la resistencia y el martirio.
Los testigos de Jehová en el Tercer Reich
, pág. 553.

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