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Wednesday, July 6, 2011

La verdad y la falsedad: un conflicto fundamental







Al principio de la historia humana, todo se cimentaba en la verdad. Nadie tergiversaba los hechos ni manipulaba o falseaba la verdad. Jehová, el Creador, es “el Dios de la verdad”. Su palabra es la verdad; él no puede mentir, y condena la mentira y a los mentirosos (Salmo 31:5; Juan 17:17; Tito 1:2).


¿De dónde surgió entonces la falsedad? La respuesta a esta pregunta la proporcionó Jesucristo cuando, con toda autoridad, dirigió estas palabras a sus adversarios religiosos, que procuraban matarlo: “Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44). Es obvio que Jesús se estaba refiriendo a lo sucedido en el jardín de Edén, cuando Satanás indujo a nuestros primeros padres a desobedecer a Dios, y con ello los esclavizó al pecado y la muerte (Génesis 3:1-5; Romanos 5:12).


Jesús dijo sin rodeos que Satanás era “el padre de la mentira”, el que dio origen a todo tipo de falsedad. Satanás sigue siendo el principal defensor de la falsedad y “está extraviando a toda la tierra habitada”. Él tiene gran parte de la culpa por los males que experimenta hoy día la humanidad a causa de tanta mentira (Revelación [Apocalipsis] 12:9).


El conflicto fundamental entre la verdad y la falsedad, iniciado por el Diablo, sigue vigente hoy día. Está presente en todos los niveles sociales y afecta a todo ser humano. Con su modo de vivir, uno indica si está a favor de la verdad o de la falsedad. 

Quienes se ponen de parte de Dios basan su vida en la verdad de la Palabra de Dios, la Biblia. Cualquiera que no ande por el camino de la verdad, cae, a sabiendas o no, en las garras de Satanás, pues “el mundo entero yace en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19; Mateo 7:13, 14).

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