Pages

Friday, March 2, 2012

Las pruebas nos hacen más fuertes



 

 Mientras vivamos en este viejo mundo, no dejará de haber dificultades. Pero en vez de permitir que nos desanimen, ¿por qué no las vemos como oportunidades para demostrarle nuestro amor a Dios y fortalecer nuestra fe en él y en su Palabra? El discípulo Santiago escribió: “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante” (Sant. 1:2-4). Nunca olvidemos que “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa” (2 Ped. 2:9).
 

 Veamos el ejemplo de José, el hijo de Jacob, quien fue vendido como esclavo por sus propios hermanos (Gén. 37:23-28; 42:21). La Biblia deja muy claro que no perdió la fe ni le reprochó a Dios que hubiera permitido esa crueldad. Y este no fue el único problema al que se enfrentó. Más tarde, lo acusaron falsamente de intento de violación y lo encarcelaron. Pero de nuevo mantuvo intacta su devoción a Jehová (Gén. 39:9-21). Las pruebas lo hicieron más fuerte, y al final recibió grandes recompensas.
 

 Es cierto que los problemas nos angustian e incluso nos deprimen. Probablemente así le sucedió a José. Y no tenemos ninguna duda de que otros fieles siervos de Dios se sintieron igual. Por ejemplo, Noemí, quien perdió a su esposo y a sus dos hijos, se lamentó: “No me llamen Noemí. Llámenme Mará [que significa “Amarga”], porque el Todopoderoso me ha hecho muy amarga la situación” (Rut 1:20, 21, nota). Ella reaccionó de forma muy comprensible en esas circunstancias. Pero, al igual que José, no perdió su espiritualidad ni dejó de ser leal. Y como recompensa, Jehová la bendijo (Rut 4:13-17, 22). Además, en el Paraíso él revertirá todos los daños que Noemí y el resto de sus amados siervos han sufrido a manos de Satanás y del mundo. Lo que es más, “las cosas anteriores no serán recordadas, ni subirán al corazón” (Isa. 65:17).
 

 Sin importar las pruebas que nos sobrevengan, siempre podremos superarlas si recordamos cuánto nos ama Jehová (léase Romanos 8:35-39). Aunque Satanás seguirá tratando de hundirnos en el desaliento, sus intentos fracasarán si actuamos con “juicio sano” y somos “vigilantes en cuanto a oraciones” (1 Ped. 4:7). Jesús advirtió: “Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre” (Luc. 21:36). Observemos que Jesús nos exhorta a hacer una forma muy intensa de oración: el ruego. ¿Por qué? Para destacar que es el tiempo de tomar muy en serio la posición en la que nos encontramos ante él y su Padre. En efecto, solo podremos sobrevivir al día de Jehová si estamos de pie delante de ellos, es decir, si tenemos su aprobación.






¿Por qué no ver las Escrituras aquí?

BIBLIA EN LINEA

http://bit.ly/cZHJQJ

http://bit.ly/1rw0gT

http://bit.ly/ciF1LC

http://xchg.com

No comments:

Post a Comment