Celebraciones de liberación

¡QUE maravillosa liberación fue aquella! La nación de Israel se hallaba en esclavitud en Egipto, y Faraón rehusó libertarlos. De modo que Jehová ordenó a los israelitas que mataran un cordero y salpicaran la sangre de éste en los postes de las puertas y en los dinteles de las casas, según se observa en la ilustración. Esa misma noche el ángel de Jehová pasó por alto las casas en las que se había salpicado sangre en los postes de las puertas, pero mató a los primogénitos en las casas de todos los egipcios. Sin más, Faraón dejó ir libres a los israelitas.

Realmente, ¿fue aquella una liberación total? Bueno, los primogénitos de los israelitas estaban vivos; fueron librados de la esclavitud a Egipto y con el tiempo se les llevó a una “tierra que mana leche y miel.” (Exodo 13:5) Pero todavía la gente enfermaba, envejecía y moría. No fueron librados del pecado y de lo que viene como resultado de éste, a saber, la muerte.

Más tarde, apareció Jesucristo en la escena terrestre. Cierto día Juan, quien bautizó a Jesús, lo señaló y dijo: “¡Mira, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29) Tal como la sangre del cordero de la Pascua significó liberación para los primogénitos de los israelitas, del mismo modo la sangre derramada de Cristo puede traer liberación. Esta sangre puede proveer una liberación superior, completa. Los pecados de los que ejercen fe en el sacrificio de Cristo serán quitados. (Juan 3:16, 36) Podrán vivir para siempre sin envejecer, enfermar ni morir.—Revelación 21:4.

Jesús instituyó una cena especial para celebrar esta grandiosa liberación, especialmente en vista de que la misma está relacionada con los que serán resucitados para ser coherederos con él en el reino celestial. La tarde antes de ser clavado en el madero, Jesús dio pan a sus apóstoles fieles y dijo: “Tomen, coman. Esto significa mi cuerpo.” Entonces les dio una copa de vino y dijo: “Beban de ella, todos ustedes; porque esto significa mi ‘sangre del pacto,’ que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados.” Jesús también dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí.”—Mateo 26:26-28; Lucas 22:19, 20.

De modo que ésta sería una celebración anual en conmemoración de la muerte de Jesús. Durante esta ocasión especial se hace un repaso de lo que significa la muerte de Cristo, no solo para los herederos del

Reino, sino también para todos los creyentes de la humanidad, de modo que estas cosas se graben profundamente en la mente y el corazón. Los testigos de Jehová lo invitan cordialmente a que el 17 de abril, fecha en que se celebra el aniversario de la muerte de Cristo este año, usted se una a ellos en la celebración de esta conmemoración. Asista al Salón del Reino más cercano. Verifique la hora exacta con los testigos de Jehová de su localidad.