Un hombre echa la semilla sobre la tierra (Mar. 4:26).
¿Quién es este sembrador mencionado en Marcos 4:26-29? Algunos comentaristas de la cristiandad opinan que es Jesucristo. Pero no tiene sentido decir que Jesús duerme y no sabe cómo crece la semilla. Sin duda él conoce muy bien el proceso de crecimiento. Este sembrador representa a cada uno de los proclamadores del Reino, quienes siembran la semilla del Reino con su celosa predicación. Y la semilla representa la palabra que predican. Notemos que lo que se enfatiza es el crecimiento gradual de la planta. “Por sí misma la tierra gradualmente fructifica: primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga.” (Mar. 4:28.) El crecimiento de una planta se produce poco a poco y por etapas. Ninguno de nosotros puede forzarlo ni acelerarlo. Lo mismo sucede con el crecimiento espiritual. La persona correctamente dispuesta para la vida eterna va progresando por etapas en la medida en que Jehová permite que la verdad vaya creciendo en su corazón (Hech. 13:48; Heb. 6:1).
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