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Thursday, June 30, 2011

Una excelente ilustración dado por un discursante‏

Las dos jarras



Una excelente ilustración dado por un discursante
¿Qué hay dentro de ti?
El hermano puso dos jarras idénticas en una mesa al lado del pedestal,
los dos llenos cada uno de un liquido dorado.
Él citó 1 Samuel 16:7, "Pero Jehová dijo a Samuel: "No mires su
apariencia ni lo alto de su estatura, porque lo he rechazado.
Porque no de la manera como el hombre ve [es como Dios ve],
porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos;
pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón".
"Estos jarros vienen de la misma fabrica, hechos del
mismo material y pueden contener la misma cantidad.
Sin embargo, son diferentes, explicó el...
Después agitó uno rebosante de miel.
El ladeó el otro, y el vinagre se derramó.
"Cuando la jarra se agita, su contenido
se derrama o sale hacia afuera."
Antes que las jarras se agiten, son idénticas, parecidas.
La diferencia se encuentra dentro y no se puede ver.
Cuando son agitadas, se revela su contenido.
Antes de que se nos agite (nos molestemos, nos irritemos) mostramos buena cara (buenos modales).
Pero cuando se nos agita (presiones, pruebas, problemas) revelamos nuestros enormes
emociones y actitudes, por que de la abundancia del corazón habla la boca (Luc. 6:45).

¿Qué hay si alguien nos ofende hoy?
¿Qué saldrá de nosotros?
¿Revelará que contiene "miel" de autodominio y gran paciencia, o el "vinagre" de la discordia y el coraje?

Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre
una multitud de pecados (1 Pe. 4:8).
Mientras vivamos en este viejo sistema siempre
tendremos pruebas y presiones, no solo del mundo ni de
familiares sino dentro de las congregaciones (Santiago 1:2, 3).
Aguantemos bajo tribulación, por que Jehová solo aceptará
las jarras que contengan "miel" en su interior...

Tus Necesidades Jehová las cubre con lo necesario‏


 
 
 
 
 
La próxima vez que tengas una necesidad que creas imposible de ser suplida piensa en esto:

Cuando Moisés y el pueblo de Israel estuvieron en el desierto era necesario alimentarlos. Y para alimentar a 2 ó 3 millones de personas se requiere mucha comida.

Moisés necesitaba tener 1,500 toneladas de alimentos diariamente.
Para acarrear esa cantidad de comida, serían necesarios dos trenes de carga, de una milla de largo cada uno.
Además necesitaban madera para encender fuego para cocinar los alimentos, se necesitarían 4,000 toneladas de madera y algunos trenes mas, de una milla de largo, para acarrearla, solo para un día. Ellos duraron 40 años en el desierto.

Si solo tuvieran agua para beber y lavar los trastes, se necesitarían 11,000,000 de galones cada día, y un tren con carros tanque, de 1,800 millas de largo para traerla.

Además, tenían que cruzar el Mar Rojo de noche. Para poder hacerlo, se necesitó un espacio de 3 millas de ancho, para que pudieran pasar en filas de 5,000 y poder cruzar en una sola noche. Cada vez que acampaban se requería un terreno de 750 millas cuadradas.

¿Crees que Moisés haya calculado todo esto antes de salir de Egipto? No creo. Y es que Moisés creía  confiava en Jehová y sabía que Él se hacía cargo de estas cosas.

¿Crees tú que Jehová tenga alguna dificultad para hacerse cargo de tus necesidades?

Su Amor está siempre contigo, sus promesas son Verdad, y cuando le entregas todas tus preocupaciones, Él te saca adelante. Así que cuando el camino por el que viajas parezca muy pesado, recuerda orar, hacer tu parte... y Jehová hará lo demás.
Mateo 6:31,33
'Por eso, nunca se inquieten y digan: ‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de ponernos?’. 32 Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas.33 'Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas'.

Filipenses 4:19
'A su vez, mi Dios suplirá plenamente toda necesidad de ustedes al alcance de sus riquezas en gloria por medio de Cristo Jesús'.

Ilustracion‏



Un hombre edificó su casa. Y la embelleció con un jardín interno. En el centro plantó un roble. Y el roble creció lentamente. Día a día  echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas.
Junto a la pared de su casa plantó una hiedra y la hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.

Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.

- "¿Cómo estás, amigo roble?", preguntó una mañana la hiedra.

-" Bien, mi amiga" contestó el roble.

-" Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura ", agregó la hiedra con mucha ironía. "Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces me da pena verte siempre allá en el fondo del patio".

-" No te burles, amiga", respondió muy humilde el roble. " Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza ".

Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.

Y el tiempo siguió su marcha.
El roble creció con su ritmo firme y lento.
Las paredes de la casa envejecieron.
Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón la casa y su jardín. Fue una noche terrible.
El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada.

Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. Y el hombre arrancó la hiedra, y la quemó.

Mientras tanto el roble reflexionaba:


" Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros. "

"Lo importante no es la altura que alcances, sino cuán profundas son tus raíces"
deberiamos NO centrarnos en crecer rapidamente en la organizacion adquiriendo solo privilegios "elevados" si no mas bien fortalecer nuetras raices o mejor dicho nuestra relacion con Jehovà para cuando vengan las tormentas nuestra elevada altura no nos de tan fuerte que nos destruyamos y tengan que "arrancarnos y quemarnos" como la hiedra, mas bien nuestras raices nos mantengan en pie.
     (1Cor16:21)

Tenia vocabulario en reserva.‏



El loro Testigo de Jehova.
Un hombre fue a una tienda de mascotas y compró un loro. Al parecer, el loro perteneció a un testigo de Jehová, ya que no dejaba de repetir: "Lee La Atalaya . Lea la ¡ Despertad ¡Lea la Biblia diariamente. Jehová es Dios."
Pues bien, el nuevopropietario de las aves tratado de enseñar un nuevo vocabulario a este loro, puso grabaciones de larga duracion todo el dia para ayudarlo a aprender nuevas palabras. Pasaron los meses y no pasó nada. El loro seguía "predicando " sin ningún cambio en su vocabulario.
Un día el dueño se frustró y enfureció y saco el loro de la habitación y en su enojo, el dueño resbalo y se dio con la puerta en la cara. El loro comenzó a graznar, "No más sangre! No a la sangre! No a la sangre!"

Determined to Bear Thorough Witness


 

“He ordered us to preach to the people and to give a thorough witness.”—ACTS 10:42.
 

THE Italian army officer assembled his relatives and friends for what became a turning point in God’s dealings with humans. That God-fearing man was Cornelius. The apostle Peter told the group that the apostles were ordered “to preach to the people and to give a thorough witness” about Jesus. Peter’s witness bore abundant fruit. Uncircumcised Gentiles received God’s spirit, were baptized, and came in line to be kings in heaven with Jesus. What an outcome of Peter’s bearing thorough witness!—Acts 10:22, 34-48.
 

 That was in 36 C.E. About two years earlier, a fervent opposer of Christianity had a life-changing experience. Saul of Tarsus was on his way to Damascus when Jesus appeared to him and said: “Enter into the city, and what you must do will be told you.” Jesus assured the disciple Ananias that Saul would bear witness “to the nations as well as to kings and the sons of Israel.” (Read Acts 9:3-6, 13-20.) 

When with Saul, Ananias said: “The God of our forefathers has chosen you . . . because you are to be a witness for him to all men.” (Acts 22:12-16) How seriously did Saul, later known as Paul, take the assignment to bear witness?

Decididos a dar testimonio cabal de las buenas nuevas


 

“Nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal.” (HECH. 10:42.)
 

UN OFICIAL del ejército romano convocó a sus parientes y amigos a una reunión que marcaría un hito en la relación de Dios con los seres humanos. Ese devoto hombre era Cornelio. El apóstol Pedro —quien también estaba presente— les dijo a todos que los apóstoles habían recibido la comisión de “[predicar] al pueblo y [dar] testimonio cabal” de Jesús. 

El testimonio de Pedro dio su fruto. Aquellos gentiles incircuncisos recibieron espíritu santo, fueron bautizados y tuvieron la oportunidad de llegar a ser reyes con Jesús en el cielo. ¡Qué extraordinarios resultados produjo la predicación del apóstol! (Hech. 10:22, 34-48.)
 

 Unos dos años antes de aquella reunión, alrededor del año 34, un feroz enemigo del cristianismo pasó por una experiencia que le cambió la vida. Saulo de Tarso iba camino a Damasco cuando Jesús se le apareció y le ordenó: “Entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer”. Luego, Jesús le aseguró a un discípulo llamado Ananías que Saulo daría testimonio “a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel” (léase Hechos 9:3-6, 13-20). 

Al llegar a donde estaba Saulo, Ananías le dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido [...], porque has de ser testigo [ante] todos los hombres” (Hech. 22:12-16). ¿Cuánta importancia le dio Saulo —conocido más tarde como Pablo— a su comisión de dar testimonio?

Cuentas siempre con Jehova?!!!!‏

JEHOVÁ SIEMPRE TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA
                          

                     
Tu dices
Jehová Dios dice
Base bíblica
¡Es imposible!
Todas las cosas son posibles.
Lucas 18:27
Estoy agobiado(a)
Yo te refrescaré.
Mat. 11:28-30
Nadie me ama realmente.
Con un amor hasta tiempo indefinido te he amado.
Jer. 31:3
Soy/estoy débil.
Yo te hare fuerte.
1 Ped 5:10
No logro hacer lo que está bien.
¡Levántate!
Prov. 24:16
No puedo continuar.
Te daré el poder que es más allá de lo normal.
2 Cor. 4:7
No puedo solucionar/entender las cosas.
Yo dirigiré tus pasos.
Prov. 3:5-6
No lo puedo hacer.
Tú puedes hacer todas las cosas.
Fil. 4:13
Algunas veces quiero rendirme.
 ¡No lo hagas! Pelea la excelente pelea de la fe.
1 Tim. 6:11
No soy capaz.
Yo soy capaz.
2 Cor. 9:8
No vale la pena.
Valdrá la pena.
Ro. 8:28
Me siento indigno(a)
Tú eres considerado(a) digno(a).
2 Tes. 1:5
He pecado.
Estoy listo para perdonar.
Sal. 86:5
No me puedo perdonar a mi mismo(a).
Yo te perdono en gran manera.
Isa. 55:7; Ro. 8:1;1 Juan 1:9
Mi corazón me condena.
Yo soy mayor que tu corazón.
1 Ju 3:19, 20
No puedo cubrir todas mis necesidades.
Yo supliré todas tus necesidades.
Fil. 4:19
No tengo suficiente fe.
Yo he dado a cada uno una medida de fe.
Ro. 12:3; Mat. 7:7
Tengo miedo.
Yo no te he dado un espíritu de cobardía. Se fuerte!
2 Tim 1:7; Isa. 35:4
Siempre estoy preocupado(a) y frustrad0(a).
Echa todas tus inquietudes sobre mí.
1 Ped 5:7
No soy demasiado inteligente.
Yo te daré sabiduría generosamente.
1 Cor. 1:30; 1:5
Me siento rechazado(a).
Tú eres mi siervo(a) y yo no te he rechazado.
Isa. 41:9
Me siento abandonado(a).
Yo nunca te dejaré o abandonaré.
Heb. 13:5
Estoy solo(a).
No tengas miedo, porque yo estoy contigo.
Isa. 41:10
Me siento indefenso/incapaz.
Yo te fortificaré.  Realmente te ayudaré.
Isa. 41:11
Estoy muy preocupado(a) sobre muchas cosas.
No te inquietes por nada.
Fil. 4:6
Estoy enojado(a) conmigo mismo(a)/con alguien más.
Depón la cólera y deja la furia.
Sal 37:8
Yo lloro demasiado.
Tus lágrimas son valiosas y están guardadas en mi odre.
Sal 56:8
Tengo que forzarme para salir al servicio.
Tú segarás con clamor gozoso.
Sal 126:5
No soy bueno(a) al predicar.
Yo te enseñaré.
Luc 12: 11, 12
A nadie parece importarle.
Yo me intereso por ti.
1 Ped 5:7
Me siento perdido(a).
Yo te encontré
Luc 15:24
Estoy herido(a)/ofendido(a).
Déjalo pasar.
Ecl. 7:9
Estoy deprimido(a).
Yo estoy contigo.
Sal 34:18
Estoy confundido(a).
Apóyate en mí y haré derechas tus sendas.
Prov. 3:6
No se que hacer.
Escúchame! Yo te daré la sabiduría.
Prov. 2:1-5
Me siento exhausto(a)/cansado(a).
Espera en mi y recobraras las fuerzas.
Isa. 40:13
No puedo esperar.
Solo espera un poco más de tiempo.
Sal 37:10



The Foretold “Seed”


 

 Back in Eden, when it appeared that mankind had lost everything—a clean standing with God, everlasting life, happiness, and Paradise—Jehovah God foretold a Deliverer. This one was referred to as the “seed.” (Gen. 3:15) This mystery Seed became a theme of numerous Bible prophecies down through the ages. He was to be a descendant of Abraham, Isaac, and Jacob. Also, he was to be in the line of King David.—Gen. 21:12; 22:16-18; 28:14; 2 Sam. 7:12-16.
 

 Who was this promised Seed? The answer to this question can be found at Galatians 3:16. (Read.) However, later in the same chapter, the apostle Paul goes on to say to anointed Christians: “Moreover, if you belong to Christ, you are really Abraham’s seed, heirs with reference to a promise.” (Gal. 3:29) How is it that Christ is the promised Seed, and yet others too are included? 

 Millions claim to have descended from Abraham, some even acting as prophets. Some religions place great importance on the claim that their prophets descended from Abraham. But are all of these the promised Seed? No. As the apostle Paul points out under inspiration, not all of Abraham’s descendants can claim to be the promised Seed. The offspring of Abraham’s other sons were not used to bless humankind. The seed of blessing was to be through Isaac alone. (Heb. 11:18) Ultimately, only one man, Jesus Christ, whose genealogy from Abraham is documented in the Bible, is the primary part of that foretold seed. All others who later become the secondary part of Abraham’s seed are such because they “belong to Christ.” Yes, Jesus’ role in fulfilling this prophecy is truly unique.
 

 What have we learned from this brief review of Jesus’ unique role in Jehovah’s purpose? From the time of his creation onward, God’s only-begotten Son has truly been unique, one of a kind. However, this unique Son of God who became Jesus has always humbly served in harmony with the will of his Father, never seeking glory for himself. (John 5:41; 8:50) What an outstanding example for us today! Like Jesus, may we make it our goal to “do all things for God’s glory.”—1 Cor. 10:31.

La Descendencia prometida


 

 Cuando Adán pecó, y parecía que la humanidad lo había perdido todo —su relación con Dios, la vida eterna, la felicidad y el Paraíso—, Jehová predijo que enviaría un libertador al que llamó “la descendencia” (Gén. 3:15). Esa misteriosa Descendencia fue el centro de numerosas profecías bíblicas a lo largo de los siglos. Tenía que venir mediante Abrahán, Isaac y Jacob. Y también descendería del rey David (Gén. 21:12; 22:16-18; 28:14; 2 Sam. 7:12-16).
 

 ¿Quién era la Descendencia prometida? Encontramos la respuesta en Gálatas 3:16. (Léase.) Sin embargo, más adelante en ese capítulo, Pablo les dice a los cristianos ungidos: “Si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos respecto a una promesa” (Gál. 3:29). ¿Por qué dice Pablo que la Descendencia prometida es Cristo y luego dice que son los cristianos ungidos?
 

 Hoy día hay millones de personas que se enorgullecen de ser descendientes de Abrahán. De hecho, algunas religiones afirman que sus profetas descienden de este patriarca. Ahora bien, ¿conforman esas personas la Descendencia prometida? No. Como señaló el apóstol Pablo bajo inspiración, no todos los descendientes de Abrahán pueden afirmar que son parte de esa Descendencia. Aunque Abrahán tuvo varios hijos, la Descendencia mediante la cual se bendeciría a la humanidad solo vendría mediante uno de ellos: Isaac (Heb. 11:18). Al final, solo un descendiente de Abrahán sería la parte principal de la descendencia prometida, y ese resultó ser Jesucristo, quien, como bien se documenta en la Biblia, era descendiente directo de Abrahán por Isaac. Los cristianos ungidos llegaron después a formar la parte secundaria de la descendencia de Abrahán. Y la razón por la que se les concede este privilegio es que “pertenecen a Cristo”. Como vemos, el papel de Jesús en el cumplimiento de la primera profecía de la Biblia es realmente singular.
 

 ¿Qué aprendemos de este breve análisis del singular papel que desempeña Jesús en el propósito de Jehová? Pues que desde su creación, Jesús, el Hijo unigénito de Dios, ha sido único en su clase. Con todo, siempre ha servido a su Padre con humildad, haciendo su voluntad sin ningún tipo de pretensión (Juan 5:41; 8:50). ¡Qué magnífico ejemplo! Imitemos a Jesús y esforcémonos siempre por hacer “todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31).

“High Priest”


 

 Many men have served as high priests in the past, yet Jesus’ role as High Priest is truly unique. How so? Paul explains: “He does not need daily, as those high priests do, to offer up sacrifices, first for his own sins and then for those of the people: (for this he did once for all time when he offered himself up;) for the Law appoints men high priests having weakness, but the word of the sworn oath that came after the Law appoints a Son, who is perfected forever.”—Heb. 7:27, 28.
 

 Jesus was a perfect man, the exact equal of Adam before that one sinned. (1 Cor. 15:45) As such, Jesus was the only human to be in a position to offer up a perfect, complete sacrifice—the type of sacrifice without any need to be repeated. Under the Mosaic Law, sacrifices were offered on a daily basis. All such sacrifices and priestly services were a mere shadow, though, of what Jesus was to accomplish. (Heb. 8:5; 10:1) So in its effectiveness and permanence, Jesus’ office as High Priest is unique.
 

 We need the services of Jesus as High Priest to help us have a right standing with God. And what a wonderful High Priest we have! “We have as high priest, not one who cannot sympathize with our weaknesses,” wrote Paul, “but one who has been tested in all respects like ourselves, but without sin.” (Heb. 4:15) Truly, appreciation of this fact should move us to ‘live no longer for ourselves, but for him who died for us.’—2 Cor. 5:14, 15; Luke 9:23.

El Sumo Sacerdote



 

 Aunque en el pasado hubo muchos sumos sacerdotes, Jesús es un Sumo Sacerdote singular. ¿Por qué decimos eso? El apóstol Pablo responde: “Él no tiene que ofrecer sacrificios diariamente, como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo (porque esto lo hizo una vez para siempre cuando se ofreció a sí mismo); porque la Ley nombra sumos sacerdotes a hombres que tienen debilidad, pero la palabra del firme juramento que vino después de la Ley nombra a un Hijo, que es perfeccionado para siempre” (Heb. 7:27, 28).
 

 Jesús era un hombre perfecto, exactamente igual que Adán antes de pecar (1 Cor. 15:45). Por eso era la única persona que podía ofrecer un sacrificio perfecto, completo, un sacrificio que no tendría que repetirse. Bajo la Ley mosaica se ofrecían sacrificios todos los días. Sin embargo, aquellos sacrificios y los servicios que prestaban los sacerdotes eran tan solo una sombra de lo que iba a lograr Jesús (Heb. 8:5; 10:1). Por los efectos tan beneficiosos y duraderos de su sacrificio, Jesús es un Sumo Sacerdote único.
 

 Para tener una buena relación con Dios, necesitamos los servicios de un Sumo Sacerdote como Jesús. ¡Y qué extraordinario Sumo Sacerdote es él! Pablo escribió: “No tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado” (Heb. 4:15). Los cristianos que comprenden bien este hecho se sienten impulsados a no vivir “ya para sí, sino para el que murió por ellos” (2 Cor. 5:14, 15; Luc. 9:23).

Juan 1:36.—John 1:36.

Jueves 30 de junio
¡Miren, el Cordero de Dios! (Juan 1:36.)
En tiempos bíblicos, un medio importante para acercarse a Dios y obtener su perdón era sacrificar ovejas. Por ejemplo, al ver que Abrahán estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, Jehová le dijo que no le hiciera daño y le dio un carnero (es decir, una oveja macho) para que lo ofreciera en lugar de Isaac (Gén. 22:12, 13). Antes de ser liberados de Egipto, los israelitas usaron ovejas para celebrar “la pascua de Jehová” (Éxo. 12:1-13). Y más tarde se estableció en la Ley mosaica el sacrificio de ovejas y cabras, entre otros animales (Éxo. 29:38-42; Lev. 5:6, 7). Sin embargo, ninguno de estos sacrificios —ni ningún otro efectuado por seres humanos— podía expiar de manera permanente los pecados ni librar de la muerte a nadie (Heb. 10:1-4). En cambio, Jesús es “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Por sí solo, este hecho convierte a Jesús en un tesoro superior a cualquier tesoro que se haya descubierto en la historia.


Thursday, June 30
See, the Lamb of God!—John 1:36.
Throughout the Bible, sheep played a notable role in the remission of sin and approach to God. For instance, after Abraham had demonstrated that he was willing to offer his son Isaac, he was told not to harm Isaac and was provided with a ram, or male sheep, as a substitute. (Gen. 22:12, 13) When the Israelites were delivered from Egypt, sheep again played a significant role, this time as part of “Jehovah’s passover.” (Ex. 12:1-13) Further, the Mosaic Law provided for the sacrifice of various animals, including sheep and goats. (Ex. 29:38-42; Lev. 5:6, 7) None of those sacrifices—in fact, no sacrifice offered by humans—could bring permanent release from sin and death. (Heb. 10:1-4) Jesus, on the other hand, is “the Lamb of God that takes away the sin of the world.” (John 1:29) This fact alone makes Jesus a treasure that outranks any material treasure that has ever been found.

Wednesday, June 29, 2011

Info sobre poner el coche al sol‏



Para tener en cuenta!!!!
Un auto estacionado a la sombra durante el día con las ventanas cerradas puede contener de 400-800 mg. de Benceno. Si está estacionado afuera, bajo el sol, a una temperatura superior a 16º C., el nivel de Benceno subirá a 2000-4000 mg., 40 veces el nivel aceptable...
La gente que se sube al coche manteniendo las ventanas cerradas inevitablemente aspirará en rápida sucesión excesivas cantidades de esa toxina.
El Benceno es una toxina que
afecta al riñón y al hígado. Lo que es peor, es extremadamente difícil para el organismo expulsar esta substancia tóxica.

Aire Acondicionado o Simple Aire de los Autos
En el manual del conductor se indica que antes de encender el aire acondicionado, debe uno abrir las ventanas y dejarlas así por un tiempo de dos minutos, pero no especifican "el porqué", solo dejan entrever que es para su "mejor funcionamiento".-
Aquí viene la razón medica:
De acuerdo con un estudio realizado, el aire refrescante antes de salir frío, manda todo el aire del plastico caliente el cual emite Benceno, una toxina causante de Cáncer (lleva un tiempo darse cuenta del olor del plástico calentado en el coche). Por éso la importancia de mantener
los vidrios abajo unos minutos.

"Por favor No encender el aire acondicionado o simplemente el aire normal inmediatamente que se entra en el coche.
Primero se deben abrir las ventanas y después de un momento encender el aire y mantener las ventanillas abajo hasta despues de unos minutos.

Además de causar cáncer, el Benceno envenena tus huesos, causa anemia y reduce las células blancas de la sangre.
Una exposición prolongada puede causar Leucemia, incrementando el riesgo de cáncer.
También puede producir un aborto. El nivel apropiado de Benceno en lugares cerrados es de 50 mg. por 929 cm.2

Así que amigos, por favor antes de entrar en el coche, abrir las ventanas y la puerta para así dar tiempo a que el aire interior salga y disperse esa toxina mortal.
Pensamiento:

"Cuando alguien aprende algo valioso que le beneficiará, tiene la obligación moral de compartirlo con los demás".

“The Mediator of a New Covenant”


 

 Read 1 Timothy 2:5, 6. Jesus is the “one mediator between God and men.” He is “the mediator of a new covenant.” (Heb. 9:15; 12:24) However, Moses is also spoken of as a mediator—the mediator of the Law covenant. (Gal. 3:19) How, then, is Jesus’ role as Mediator unique?
 

 The original-language word translated “mediator” is a legal term. It refers to Jesus as a legal Mediator (or, in a sense, an attorney) of the new covenant that made possible the birth of a new nation, “the Israel of God.” (Gal. 6:16) This nation is composed of spirit-anointed Christians, who form a heavenly “royal priesthood.” (1 Pet. 2:9; Ex. 19:6) The Law covenant, with Moses as mediator, was not able to produce a nation like that.
 

 What does Jesus’ role as Mediator involve? Well, Jehovah applies the value of Jesus’ blood to those being brought into the new covenant. In this way, Jehovah legally credits them with righteousness. (Rom. 3:24; Heb. 9:15) God can then take them into the new covenant with the prospect of their becoming heavenly king-priests! As their Mediator, Jesus assists them in maintaining a clean standing before God.—Heb. 2:16.
 

 What about those who are not in the new covenant, those who hope to live forever on earth, not in heaven? While not participants in the new covenant, these are beneficiaries of it. They receive forgiveness of their sins and are declared righteous as God’s friends. (Jas. 2:23; 1 John 2:1, 2) Whether we have a heavenly hope or an earthly hope, each one of us has good reason to appreciate Jesus’ role as the Mediator of the new covenant.

“El mediador de un nuevo pacto”


 

 (Léase 1 Timoteo 2:5, 6.) Jesús es el “mediador entre Dios y los hombres”, “el mediador de un nuevo pacto” (Heb. 9:15; 12:24). Ahora bien, en vista de que Moisés también fue un mediador —en su caso, del pacto de la Ley—, ¿por qué decimos que Jesús es un mediador singular? (Gál. 3:19.)
 

 La palabra griega traducida “mediador” es un término jurídico. Dicho término alude al papel de abogado, o intermediario legal, que desempeña Jesús; él es el Mediador del nuevo pacto que produjo una nueva nación, “el Israel de Dios” (Gál. 6:16). Esta nación está compuesta de cristianos ungidos por espíritu que forman “un sacerdocio real” en los cielos (1 Ped. 2:9; Éxo. 19:6). En cambio, el pacto del que Moisés fue mediador no produjo una nación de esa clase.
 

 ¿Qué implica el hecho de que Jesús sea el Mediador? Pues bien, gracias a la sangre que Jesús derramó, Jehová tiene el derecho legal de declarar justos a quienes entran en el nuevo pacto (Rom. 3:24; Heb. 9:15). Entonces puede admitirlos en dicho pacto para que sean reyes y sacerdotes celestiales. El Mediador, Jesucristo, los ayuda a mantenerse puros ante Dios (Heb. 2:16).
 

 Pero hay quienes no forman parte del nuevo pacto, pues tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. ¿Qué ocurre con ellos? Aunque es cierto que no forman parte del nuevo pacto, sí se benefician de él, ya que reciben el perdón de sus pecados y son declarados justos como amigos de Dios (Sant. 2:23; 1 Juan 2:1, 2). Por eso, sea nuestra esperanza celestial o terrenal, tenemos buenas razones para valorar el papel que ejerce Jesús como Mediador del nuevo pacto.

“The Amen”


 

 Read Revelation 3:14. Why is Jesus called “the Amen”? The word rendered “amen” is a transliteration of a Hebrew word that means “so be it,” or “surely.” The Hebrew root word from which it is drawn means to “be faithful” or “trustworthy.” This same word is used to describe Jehovah’s faithfulness. (Deut. 7:9; Isa. 49:7) So in what way is Jesus unique when he is referred to as “the Amen”? Notice how 2 Corinthians 1:19, 20 answers: “The Son of God, Christ Jesus, who was preached among you . . . , did not become Yes and yet No, but Yes has become Yes in his case. For no matter how many the promises of God are, they have become Yes by means of him. Therefore also through him is the ‘Amen’ said to God for glory.”
 

 Jesus is “the Amen” to all the divine promises. His flawless life course on earth, including his sacrificial death, confirmed and made possible the fulfillment of all the promises of Jehovah God. By remaining faithful, Jesus also proved false Satan’s claim, recorded in the book of Job, that under privation, suffering, and test, God’s servants would deny Him. (Job 1:6-12; 2:2-7) Of all God’s creatures, the firstborn Son could give the most conclusive answer to that charge. In addition, Jesus provided the finest evidence supporting his Father’s side in the greater issue of the rightfulness of Jehovah’s universal sovereignty.
 

 How can we imitate Jesus in his unique role as “the Amen”? By remaining faithful to Jehovah and supporting his universal sovereignty. In so doing, we will be responding positively to the request recorded at Proverbs 27:11: “Be wise, my son, and make my heart rejoice, that I may make a reply to him that is taunting me.”

“El Amén”







 (Léase Revelación 3:14.) ¿Por qué se le llama “el Amén” a Jesús? La palabra “amén” es una transliteración de un término hebreo que significa “así sea, seguro”. Este término, a su vez, se deriva de una raíz que significa “fiel, fidedigno”. Es interesante notar que esta raíz hebrea también se emplea para referirse a la fidelidad de Jehová (Deu. 7:9; Isa. 49:7). Pero ¿cómo destaca el carácter singular de Jesús el que se le llame “el Amén”? La respuesta la leemos en 2 Corintios 1:19, 20: “El Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre ustedes [...], no llegó a ser Sí y, no obstante, No, sino que el Sí ha llegado a ser Sí en el caso de él. Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él. Por eso también mediante él se dice el ‘Amén’ a Dios, para gloria”.


 Jesús es “el Amén” de todas las promesas divinas. Su intachable trayectoria en la Tierra y su sacrificio redentor confirmaron la veracidad de las promesas de Jehová e hicieron posible su cumplimiento. Al permanecer fiel, Jesús demostró que es falsa la afirmación de Satanás que leemos en el libro de Job de que los siervos de Dios lo repudiarán si sufren privaciones y otros problemas (Job 1:6-12; 2:2-7). De todos los hijos de Dios, el Primogénito era quien mejor podía responder dicha acusación. También podía defender mejor que nadie la legítima soberanía de su Padre, una cuestión aún más importante.


 ¿De qué manera podemos imitar a Jesús, “el Amén”? Siendo fieles a Jehová y apoyando su soberanía. Al hacerlo, estaremos siguiendo la invitación de Proverbios 27:11: “Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio”.

Mar. 10:15—Mark 10:15.

Miércoles 29 de junio
El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él (Mar. 10:15).
En una ocasión, los discípulos trataron de impedir que los padres le llevaran sus hijos a Jesús para que los bendijera. Pero a Jesús no le gustó nada lo que hicieron, así que les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así” (Mar. 10:13, 14). Entonces, se valió de los niños para enseñarles una lección a sus discípulos, diciéndoles las palabras del texto de hoy. Imagínese lo que algunos de esos niños sintieron años después, ya de adultos, al recordar que Jesús los había tomado en sus brazos y los había bendecido (Mar. 10:16). Hoy día, los niños del pueblo de Dios reciben los cuidados y el interés sincero de los ancianos y de otros miembros de la congregación, y cuando crezcan también recordarán con cariño toda esa atención. Lo que es más importante: estos niños aprenden desde pequeños que el espíritu santo de Jehová está con su pueblo.


Wednesday, June 29
Whoever does not receive the kingdom of God like a young child will by no means enter into it.—Mark 10:15.
On one occasion, Jesus’ disciples tried to prevent people from bringing their young children to Jesus for him to touch. Jesus was not pleased with his disciples. He told them: “Let the young children come to me; do not try to stop them, for the kingdom of God belongs to suchlike ones.” (Mark 10:13, 14) Then, using the children to provide an object lesson, he said the words of today’s text. Think for a moment about how some of those children would feel years later when as men and women, they would recall that Jesus Christ ‘took them into his arms and blessed them.’ (Mark 10:16) Today’s children too will look back with fondness on the elders and others who show them wholesome, unselfish interest. More important, from an early age, children who receive such genuine concern in the congregation learn that Jehovah’s spirit is on his people.

Tuesday, June 28, 2011

“The Word”



 

 Read John 1:14. Why is Jesus called “the Word,” or Logos? This title identifies the function that he has performed since other intelligent creatures came into existence. Jehovah used his Son to convey information and instructions to other spirit sons, even as God used that Son to deliver His message to humans on earth. The fact that Jesus is the Word, or God’s Spokesman, is echoed in what Christ said to his Jewish listeners: “What I teach is not mine, but belongs to him that sent me.

If anyone desires to do His will, he will know concerning the teaching whether it is from God or I speak of my own originality.” (John 7:16, 17) Jesus continues to bear the title “The Word of God” even after his return to heavenly glory.—Rev. 19:11, 13, 16.
 

 Just think about what this title implies. Although Jesus is the wisest of all of Jehovah’s creatures, he does not rely on his own wisdom. He speaks as his Father instructs him. He always directs attention to Jehovah rather than to himself. (John 12:50) What a wonderful example for us to imitate! We too have been entrusted with the precious privilege to “declare good news of good things.” (Rom. 10:15)

Appreciation for Jesus’ example of humility should move us to avoid speaking of our own initiative. When it comes to conveying the lifesaving message in the Scriptures, we do not want to “go beyond the things that are written.”—1 Cor. 4:6.

“La Palabra”


 

 (Léase Juan 1:14.) ¿Por qué se le da a Jesús el título de “la Palabra” o el Logos? Por la función que ha desempeñado desde que fueron creados los demás seres inteligentes. Jehová usó a su Hijo para dar información e instrucciones a los demás hijos espirituales, así como para transmitir su mensaje a los seres humanos. El hecho de que Jesús es la Palabra, o Vocero de Dios, queda claro en lo que les dijo a un grupo de judíos: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado. Si alguien desea hacer la voluntad de Él, conocerá respecto a la enseñanza si es de Dios o si hablo por mí mismo” (Juan 7:16, 17). Jesús siguió llevando el título de “La Palabra de Dios” aun después de haber regresado a la gloria celestial (Rev. 19:11, 13, 16).
 

 Pensemos por un momento en lo que implica ese título. Aunque Jesús es la criatura más sabia que existe, no confía en su propia sabiduría y por eso solo transmite lo que su Padre le comunica. Tampoco dirige la atención a sí mismo, sino a su Padre (Juan 12:50). 

¡Qué magnífico ejemplo! A nosotros también se nos ha encomendado el maravilloso privilegio de declarar “buenas nuevas de cosas buenas” (Rom. 10:15). El ejemplo de humildad de Jesús debería impulsarnos a tener cuidado con lo que decimos. Cuando se trata de comunicar el mensaje salvador de las Escrituras, no vamos “más allá de las cosas que están escritas” (1 Cor. 4:6).