NISAN 11
Es temprano en la mañana, y Jesús y sus discípulos ya están en su camino sobre el Monte de los Olivos en Jerusalén. Cuando llegan al templo, los sumos sacerdotes y los ancianos son rápidos para hacer frente a Jesús. Fresco en su memoria es su acción contra los cambistas y los comerciantes en el templo. Sus enemigos maliciosamente la demanda: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad?" "Yo, también, le pido una cosa," los contadores de Jesús. "Si se lo dices a mí, yo también os digo con qué autoridad hago estas cosas: El bautismo de Juan, ¿de dónde era? Del cielo o de los hombres?" Acurrucados juntos, la razón de los opositores: "Si decimos" del cielo ", dirá a nosotros, '¿Por qué, entonces, ¿no lo crees?" Si, sin embargo, decimos: "De los hombres," tenemos miedo a la multitud, porque todos tienen a Juan por profeta ". Perplejo, que débilmente respuesta: "No lo sé". Jesús responde con calma: "Ni les digo con qué autoridad hago estas cosas." --Mateo 21:23-27.
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