Luc. 6:38—Luke 6:38.

Miércoles 17 de noviembre
Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente (Luc. 6:38).
La expresión “derramarán en sus regazos” alude a la costumbre que tenían algunos vendedores de llenar una especie de bolsa que el cliente formaba sujetando con su cinturón el pliegue de su amplia prenda exterior de vestir. Las palabras de Jesús recalcan que nuestros actos espontáneos de generosidad pueden hacer que recibamos a cambio “una medida excelente”, quizá cuando más lo necesitemos (Ecl. 11:2). Jehová ama y recompensa a quienes dan con alegría. Él mismo puso el mayor ejemplo, pues dio a su Hijo unigénito “para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Pablo escribió: “El que siembra liberalmente, liberalmente también segará. Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre” (2 Cor. 9:6, 7). No hay duda de ello: dar de nuestro tiempo, energías y recursos materiales para fomentar la adoración verdadera nos hará felices y nos reportará grandes recompensas (Pro. 19:17; Luc. 16:9).

Wednesday, November 17

Practice giving, and people will give to you. They will pour into your laps a fine measure.—Luke 6:38.

‘Pouring into the lap’ refers to a custom of some vendors to fill the fold of a purchaser’s wide upper garment, which was bound with a girdle and made into a pouch for carrying items. Our own spontaneous generosity may result in our receiving a fine measure in return, perhaps when we are in need. (Eccl. 11:2) Jehovah loves and rewards those who give cheerfully. He himself set the prime example, giving his only-begotten Son “in order that everyone exercising faith in him might not be destroyed but have everlasting life.” (John 3:16) Paul wrote: “He that sows bountifully will also reap bountifully. Let each one do just as he has resolved in his heart, not grudgingly or under compulsion, for God loves a cheerful giver.” (2 Cor. 9:6, 7) Giving of our time, energy, and material resources to promote true worship is sure to bring us joy and rich rewards.—Prov. 19:17; Luke 16:9.