Ezequías Peticiones para la Liberación Hezekiah's Petitions for Deliverance

(2 Reyes 19:14-19) Entonces Ezequías tomó las cartas de la mano de los mensajeros y las leyó, después de lo cual Ezequías subió a la casa de Jehová y extendió aquello delante de Jehová.  Y Ezequías se puso a orar delante de Jehová y a decir: “Oh Jehová el Dios de Israel, sentado sobre los querubines, tú solo eres el Dios [verdadero] de todos los reinos de la tierra. Tú mismo has hecho los cielos y la tierra.  Inclina tu oído, oh Jehová, y oye. Abre tus ojos, oh Jehová, y ve, y oye las palabras de Senaquerib que él ha enviado para desafiar con escarnio al Dios vivo. Es un hecho, oh Jehová: los reyes de Asiria han devastado las naciones y su tierra.  Y han entregado sus dioses al fuego, porque no eran dioses, sino la hechura de manos de hombre, madera y piedra; de modo que los destruyeron.  Y ahora, oh Jehová nuestro Dios, sálvanos, por favor, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú, oh Jehová, eres Dios, tú solo”.

(2 Kings 19:14-19) Then Hez‧e‧ki′ah took the letters out of the hand of the messengers and read them, after which Hez‧e‧ki′ah went up to the house of Jehovah and spread it out before Jehovah.  And Hez‧e‧ki′ah began to pray before Jehovah and say: “O Jehovah the God of Israel, sitting upon the cherubs, you alone are the [true] God of all the kingdoms of the earth. You yourself have made the heavens and the earth.  Incline your ear, O Jehovah, and hear. Open your eyes, O Jehovah, and see, and hear the words of Sen‧nach′er‧ib that he has sent to taunt the living God.  It is a fact, O Jehovah, the kings of As‧syr′i‧a have devastated the nations and their land. 18 And they have consigned their gods to the fire, because they were no gods, but the workmanship of man’s hands, wood and stone; so that they destroyed them.  And now, O Jehovah our God, save us, please, out of his hand, that all the kingdoms of the earth may know that you, O Jehovah, are God alone.”

(2 Reyes 20:1-7) En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Por consiguiente, Isaías hijo de Amoz el profeta entró a donde él y le dijo: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Da mandatos a tu casa, porque tú mismo realmente morirás y no vivirás’”.  Ante aquello, él volvió el rostro a la pared y empezó a orar a Jehová, diciendo:  “Te ruego, oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en veracidad y con corazón completo, y lo que era bueno a tus ojos he hecho”. Y Ezequías se puso a llorar profusamente.  Y aconteció que Isaías mismo aún no había salido al atrio de en medio cuando le vino la palabra misma de Jehová, que decía:  “Vuelve, y tienes que decir a Ezequías el caudillo de mi pueblo: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de David tu antepasado: “He oído tu oración. He visto tus lágrimas. Aquí estoy sanándote. Al tercer día subirás a la casa de Jehová.  Y ciertamente añadiré quince años a tus días, y de la palma de la mano del rey de Asiria los libraré a ti y a esta ciudad, y ciertamente defenderé esta ciudad por causa de mí mismo y por causa de David mi siervo”’”.  E Isaías pasó a decir: “Tomen una torta de higos secos comprimidos”. De manera que la tomaron y la pusieron sobre el divieso, después de lo cual él revivió gradualmente.

(2 Kings 20:1-7) In those days Hez‧e‧ki′ah got sick to the point of dying. Accordingly Isaiah the son of A′moz the prophet came in to him and said to him: “This is what Jehovah has said, ‘Give commands to your household, for you yourself will indeed die and will not live.’”  At that he turned his face to the wall and began to pray to Jehovah, saying:  “I beseech you, O Jehovah, remember, please, how I have walked before you in truthfulness and with a complete heart, and what was good in your eyes I have done.” And Hez‧e‧ki′ah began to weep profusely.  And it came about that Isaiah himself had not yet gone out to the middle court when Jehovah’s word itself came to him, saying:  “Go back, and you must say to Hez‧e‧ki′ah the leader of my people, ‘This is what Jehovah the God of David your forefather has said: “I have heard your prayer. I have seen your tears. Here I am healing you. On the third day you will go up to the house of Jehovah.  And I shall certainly add fifteen years to your days, and out of the palm of the king of As‧syr′i‧a I shall deliver you and this city, and I will defend this city for my own sake and for the sake of David my servant.”’”  And Isaiah went on to say: “YOU men, take a cake of pressed dried figs.” So they took and put it upon the boil, after which he gradually revived.