Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso. Y guíame en el camino de tiempo indefinido (Sal. 139:23, 24).
Por lo general, la gente se preocupa por asuntos como la salud, el aspecto personal, el empleo, las amistades y las relaciones de pareja. Sin embargo, lo que más debe preocuparnos a los cristianos es nuestra integridad, pues al fin y al cabo es en eso en lo que se fija Jehová al examinar nuestro corazón. Jehová, de quien procede “toda dádiva buena y todo don perfecto”, nos ha colmado de bendiciones (Sant. 1:17). A él le debemos nuestro cuerpo y nuestra mente, así como la salud y todas nuestras habilidades (1 Cor. 4:7). Sin embargo, Jehová no nos obliga por ello a ser íntegros. Más bien, permite que cada cual decida si quiere serlo o no (Deu. 30:19).
Tuesday, May 18
Search through me, O God, and know my heart. Examine me, and know my disquieting thoughts, and see whether there is in me any painful way, and lead me in the way of time indefinite.—Ps. 139:23, 24.
On a day-to-day basis, people think about their appearance, their health, the challenges of making a living, the ups and downs of their friendships, perhaps even romance. We may give such concerns considerable attention. What, though, particularly matters to Jehovah as he searches through our heart? It is our integrity. Jehovah, the Giver of “every good gift and every perfect present,” has bestowed on each of us a variety of gifts. (Jas. 1:17) Thanks to him, we have such gifts as a body, a mind, a measure of health, and various abilities. (1 Cor. 4:7) However, Jehovah does not simply force us to display integrity. He lets us choose for ourselves whether we will develop this quality.—Deut. 30:19.
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