“En cuanto a mí, andaré en mi integridad.” (SAL. 26:11)
EN LA antigüedad se acostumbraba pesar los productos con una balanza compuesta por una barra sostenida en su punto medio por un eje y con dos platillos colgando de los extremos. En uno se colocaba el producto, y en el otro, una pesa. Las balanzas y las pesas que usaban los siervos de Dios debían ser exactas (Pro. 11:1).
En el capítulo 31 del libro de Job, el fiel patriarca afirmó lo siguiente mientras sufría los ataques de Satanás: “[Jehová] me pesará en balanza exacta, y [...] llegará a conocer mi integridad” (Job 31:6). En ese mismo capítulo dio a entender que había logrado superar diversas pruebas de lealtad a las que se enfrentan todos los siervos de Dios. Sin duda, Job nos dejó un gran ejemplo que debemos imitar. Si lo hacemos, podremos decir con la misma convicción que David: “En cuanto a mí, andaré en mi integridad” (Sal. 26:11).
Job permaneció leal a Dios a pesar de las terribles pruebas que atravesó. De hecho, hay quienes calificarían de heroica su resistencia. Es cierto que nuestros problemas no son como los suyos. Sin embargo, también debemos ser fieles a Jehová, tanto en las cosas pequeñas como en las más grandes. Así se nos conocerá como hombres y mujeres íntegros que defienden su soberanía (léase Lucas 16:10).
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