Si queremos ser íntegros, debemos imitar la humildad de Job, así como la justicia y consideración con que trataba a la gente. Él dijo: “Si solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo, entonces, ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré responderle? ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la matriz?” (Job 31:13-15).
Al parecer, no había un sistema judicial complejo en los días del patriarca. Sin embargo, los casos que surgían se atendían de manera organizada, y hasta los esclavos podían recurrir a un tribunal. Job trataba a sus siervos con justicia y compasión. Los cristianos íntegros deben demostrar esas mismas cualidades, sobre todo si son ancianos de congregación.
No comments:
Post a Comment