Un proverbio bíblico afirma: “El corazón del sabio hace que su boca muestre perspicacia, y a sus labios añade persuasiva”. (Proverbios 16:23.) La palabra hebrea traducida aquí ‘hace que muestre perspicacia’ significa esencialmente ser prudente, sopesar los asuntos con cuidado. Por consiguiente, el factor clave de la comunicación eficaz es el corazón, no la boca. El buen comunicante es más que un conversador; es un oidor deferente. (Santiago 1:19.) Debe discernir los sentimientos y problemas subyacentes a la conducta de su pareja. (Proverbios 20:5.)
¿Cómo puede lograr esto? A veces es posible conseguirlo prestando atención a las circunstancias que rodean el problema. ¿Se encuentra su esposa, o esposo, sometida a mucha tensión emocional o agotamiento físico? ¿La predispone alguna enfermedad? “¡Qué grato es hallar la respuesta apropiada, y aún más cuando es oportuna!”, dice la Biblia. (Proverbios 15:23, Versión Popular.) Por lo tanto, tomar en cuenta las circunstancias le ayudará a obrar en conformidad. (Proverbios 25:11.)
No obstante, muchas veces la causa fundamental del problema yace en factores que trascienden las circunstancias actuales.
No comments:
Post a Comment