Un testigo acababa de mudarse a otra ciudad de los Estados Unidos.
Algunas semanas después de mudarse, decide utilizar el autobús para llegar a su casa cerca de la zona central de la ciudad.
Al tomar su asiento, se dio cuenta que el chofer accidentalmente le dio
cambio de más.
Al decidir qué hacer, piensa en sí: 'Mejor lo regreso, estaría mal quedármelo'.
Pero pensó:
'¿Que más da quedármelo? Son sólo 25 centavos, ¿Por qué preocuparse por tan poco?
…La compañía ya tiene suficientes ganancias por las tarifas, no creo que les haga falta…, mejor lo tomo como un regalo de Jehová y lo dejo para la donación'.
Al llegar a su destino y acercarse a la puerta se detiene a pensar, entonces le regresa al chofer los 25 centavos y le dice: 'Aquí tienes, me diste esto de más...'
El chofer, sonriendo, le dice: 'Vi las revistas que traes, ¿Eres un testigo de Jehová, verdad? Sabía que te di demás pero quería ver que harías con el cambio sobrante'
Cuando baja del autobús, literalmente se abraza del poste de luz y dijo:
El chofer, sonriendo, le dice: 'Vi las revistas que traes, ¿Eres un testigo de Jehová, verdad? Sabía que te di demás pero quería ver que harías con el cambio sobrante'
Cuando baja del autobús, literalmente se abraza del poste de luz y dijo:
¡'Oh Jehová, casi vendo tu nombre por 25 centavos!'
LECCION:
Nuestro modo de vivir puede ser la única Biblia que algunos alcanzan a leer.
'Vigilemos nuestro andar' (Hebreos 13:18, Efesios 5:15)
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