Fui a la clínica de Jehová a hacerme una revisión de rutina y constaté
que mi salud estaba decayendo:
Cuando Jehová me tomó la presión, vio que estaba baja de humildad.
Al medirme la temperatura,
el termómetro registró 40º de ansiedad.
Me hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que necesitaba amor,
porque mis arterias estaban bloqueadas por el orgullo y no abastecían a mi corazón vacío.
Pasé a ortopedia, ya que no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco podía dar un abrazo fraternal porque me había fracturado al tropezar con el rencor.
También me encontró miopía, ya que no podía ver más allá de las cosas negativas de mis hermanos.
Cuando me quejé de sordera, Jehová me diagnosticó
que había dejado de
escuchar su voz cada día.
Es por esto que hoy Jehová me ha dado una consulta gratuita y gracias a su gran misericordia, prometo que al salir de esta clínica tomaré solamente los medicamentos naturales que me recetó a través de su verdad: La Biblia.
Al levantarme,
beber un vaso de GOZO con
dos cápsulas de BENIGNIDAD.
Al comenzar mis labores diarias
tomar tres cucharadas de PAZ
y cinco tabletas de GRAN PACIENCIA.
A cada hora,
ingerir un comprimido de APACIBILIDAD y AUTODOMINIO.
Al estar con las
personas que amo
inyectarme una dosis
de BONDAD
Y cinco de AMOR.
Y antes de acostarme,
tomar dos cápsulas de FÉ.
No te deprimas ni te desesperes
ante lo que estás viviendo hoy.
Jehová Dios sabe cómo te sientes.
Él sabe perfectamente hasta que grado
podemos soportar las calamidades...
El propósito de Jehová Dios es llenar la Tierra de su inmenso amor.
Él nos suministra aguante y peserverancia; porque solo de esta manera podremos estar firmes cuando llegue el fin de este sistema de cosas malvado.
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