NOTAS DE UN DISCURSO‏

"PRESTEMOS ATENCION A LA VOZ DE JEHOVA,

DONDEQUIERA QUE ESTEMOS" 

DISCURSO DEL SIERVO DE CIRCUITO

14 de julio de 2011

 

Nos decepcionamos cuando la interferencia de un radio no nos permite escuchar música.

Igualmente, en ocasiones queremos conversar y escuchar bien a Jehová,  pero algún obstáculo lo impide.

Jehová puede escucharnos, pero, puede ser que no nos ponga atención.

Proverbios 3:32 (Jehová detesta a los sinuosos, pero tiene intimidad con los rectos)

El requisito para que Jehová ponga atención a nuestras peticiones es rectitud.

Hay interferencias internas y externas que estorban nuestra relación con Jehová.

INTERFERENCIAS EXTERNAS

Equipo multimedia, celulares, internet, televisión, equipos de sonido, redes sociales.  Pasa a menudo que, un hermano  apaga su computadora a medianoche, después de chatear mucho y, cuando debe hacer su oración, ésta es repetitiva, de mala calidad, solo para cumplir. Cuando se les pregunta por su lectura de la Biblia dicen que no tienen tiempo (pero sí pasan horas comunicándose a través de las redes sociales, escribiendo mensajes telefónicos).

El campo de batalla entre Jehová y Satanás es nuestra vida, nuestro corazón. Cuando descuidamos la relación con Jehová por atender otras, Jehová está perdiendo la batalla.

Marcos 4:23-25 (El que tiene oídos,  escuche… PRESTEN ATENCION A LO QUE OYEN…)

Cuando no recibimos bien la señal del celular o la del radio, posiblemente coloquemos la antena en distintas posiciones, para captar las ondas que permitan captar la señal y evitar la interferencia. De igual manera,  se hace imprescindible que afinemos el oído, para discernir cuando Jehová nos está hablando.

La respuesta a nuestras oraciones no siempre viene de la forma en que la pedimos.  De ahí la importancia de estar bien sintonizados con Jehová, para discernir cuál es su respuesta.  Puede venir a través de un hermano, de una revista, en un discurso.

Lo que Satanás pretende ganarle a Jehová es NUESTRO CORAZON.

Jeremías 17:9,10 (El corazón es traicionero y desesperado)

Dentro de nosotros mora un gran traidor: el corazón. Se descontrola con facilidad y nos lleva a hacer cosas que usualmente no practicamos. Si Satanás se gana nuestro corazón, NOS ARRUINÓ LA VIDA! Trata de alimentar nuestras tendencias malas con estrategias distintas.

INTERFERENCIAS INTERNAS

ORGULLO: Es presumir de nuestra inteligencia y capacidad. Nos lleva a pensar que no necesitamos de la organización de Jehová . Nos hace tercos, irrazonables.

Cuando nos caemos, sentimos vergüenza. Es igual en sentido espiritual, sobre todo si fallamos por causa del orgullo, porque habrá que humillarse.

Ejemplo de David: David tenía status de rey, aunado al orgullo que tenían los israelitas debido a su raza. En una ocasión, valiéndose de esas dos cosas, tomó decisiones que no estaban aprobadas por Jehová, se tomó atribuciones incorrectas. Aunque era rey, debió haber esperado las instrucciones es de Jehová. Mandó a hacer un ceso ilegal. El resultado fue la muerte de 70.000 hombres. Otra vez, decidió trasladar el Arca del Pacto. Se murió un hombre que la quiso atajar porque pensó que se caería. David mostró en estas ocasiones tener un aire de superioridad.

Ejemplo de Ananías y Zafira: Propusieron donar un terreno para usar el dinero y ayudar a los pobres. Aunque dijeron haberlo entregado todo, se dejaron una parte, le mintieron a Jehová. Lo hicieron por orgullo, porque querían recibir un trato preferencial, sobresalir entre todos y recibir honra. Murieron los dos.

CODICIA: Nos lleva a fantasear con cosas indebidas.

1Corintios 10:10-12 (No ser murmuradores, ejemplos de la Biblia son para nuestra amonestación, el que está en pie, cuídese de no caer)

Los israelitas disfrutaban de la compañía de Jehová, iban hacia la Tierra Prometida, pero murmuraban constantemente, porque querían carne, porque querían tener relaciones con las mujeres madianitas, etc. Por eso tuvieron que vagar 40 años.

La codicia nos lleva al materialismo y a mantener aventuras amorosas. Nos impulsa a dar rienda suelta a los malos deseos.

Ejemplo de Balaam. No era israelita, pero conocía a Jehová. Balac le propuso que maldijera a Israel y, a cambio, le pagaría. Pero Jehová actuó, y en vez de maldiciones, decía bendiciones.  Perdió el favor divino.

Ejemplo de Guehazí: Era el servidor de Eliseo. Nahamán  fue informado por una niñita, sierva de Jehová, que podía ser curado de la lepra si buscaba la curación con Eliseo. Este ni siquiera salió a recibirlo, solamente le dio instrucciones de que fuera a bañarse a un río específico y que sería curado. Así sucedió. Entonces Nahamán quiso pagarle a Eliseo, pero el profeta rechazó el dinero. Guehazí le propuso, en secreto, que le diera cosas valiosas, para beneficiar a los hijos de los profetas, pero su deseo era quedarse con el dinero. Resultado?

2 Reyes 5:27 (Se le pegó la lepra de Nahamán, no solo a Guehazí sino a si descendencia)

TENER UN CRITERO MUY ELEVADO DE NOSOTROS MISMOS: Quien cae en esta trampa, presume de los buenos resultados de sus decisiones, llega a creer que es capaz de dirigir su paso y se vuelve presumido.

Proverbios 16:18 (El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse, un espíritu altivo antes del tropiezo)

Cuando caemos en esta trampa, llegamos a desear ser el centro de atención, nos preocupa el qué dirán de mí, el prestigio. Una de las consecuencias de esos sentimientos incorrectos es que nos da miedo a predicar a gente con profesiones como abogados, doctores, o visitar casas muy lujosas.

Ejemplo de Poncio Pilato: Poncio tuvo la oportunidad de liberar a Jesús, y dejar que otra autoridad lo condenara,  pero, por miedo a la multitud, lo entregó a los judíos para que fuera colgado en el madero de tormento. Fue cobarde.

El ser humano es muy difícil de complacer, pero no así Jehová.

Ejemplo de la mula, un viejito, una mamá y su hijo.

Debían trasladarse a otro pueblo, pero para ello debían pasar por varias comunidades. El viejito iba sentado en la mula, debido a la edad, pero, en la primera comunidad lo criticaron porque “la pobre señora y el chiquito iban a pie”. Entonces, los complacieron.

En la segunda comunidad, criticaron al la señora porque el pobre niño y el viejito iban a pie, mientras ella descansaba sobre la mula. Volvieron a complacer.

En la tercera comunidad, recibieron críticas porque ese chiquito se iba a ser “un malcriado desconsiderado”, debido a que el viejito y su madre iban a pie. Hicieron caso, de nuevo.

En la cuarta comunidad, llegaron montados los tres en la mula y fueron  duramente criticados porque la carga era demasiada y pobre animal iba a caer muerto de cansancio.

Jehová tiene una frecuencia simbólica, mediante la cual podemos recibir la señal de sus decisiones, su ayuda, sus indicaciones.

Así como puede que exista una emisora que se puede llamar 101.1 FM, “La reina del dial”… (con slogan) así es la que tiene Jehová… Se llama:

Jeremías 33:3… slogan: “Llámame, yo te responderé… prontamente te informaré”

Mediante este medio de comunicación divino, podemos contarle a Jehová nuestras alegrías, tristezas, lo que pensamos, sentimos, todo. El lo sabe… pero, como Padre o Amigo, quiere que se lo contemos, quiere escucharlo de nuestra boca.

Queremos escuchar la respuesta.

Salmo 78:8 (no siendo tercos, ni rebeldes, como la generación que no preparó el corazón)

Satanás anda tras nuestro corazón porque sabe que ES UN TRAIDOR. Sabe que, a través de las interferencias, nos vuelve sordos a los dichos de Jehová, no captamos la señal divina.

Por eso, al descubrir un mal deseo… ACTUE DE INMEDIATO!!!! De esta manera escucharemos  la emisora de Jehová, sus dichos, dondequiera que estemos.