Diversos textos bíblicos indican que Jehová Dios tiene un “libro” o “rollo” en el cual se anota el nombre de las personas fieles que han de recibir vida eterna, sea en el cielo o en la Tierra.
Desde los cielos el Dios verdadero nota quiénes son los humanos que manifiestan fe y merecen su aprobación y recuerdo. Leemos lo siguiente sobre unos judíos de los días de Malaquías: “En aquel tiempo los que estaban en temor de Jehová hablaron unos con otros, [...] y Jehová siguió prestando atención y escuchando. Y un libro de recuerdo empezó a ser escrito delante de él para los que estaban en temor de Jehová y para los que pensaban en su nombre”. (Malaquías 3:16.)
Parece que desde el tiempo de Abel en adelante Dios ha estado notando —como si estuviera escribiendo sus nombres en un libro— a los del mundo de la humanidad salvable que deberían ser recordados con relación a la vida eterna. (Mateo 23:35; Lucas 11:50, 51.) También los cristianos ungidos tienen sus ‘nombres en este libro de la vida’, o libro de recuerdo para recibir vida eterna, y para ellos esa vida será vida celestial. (Filipenses 3:14, 20; 4:3.) En contraste, Revelación 17:8 dice lo siguiente sobre los que ‘se admiran con admiración’ de “la bestia salvaje”: “Sus nombres no han estado escritos en el rollo de la vida desde la fundación del mundo”.
El que se note a alguien con recuerdo y aprobación —tener el nombre “en el libro de la vida”— no significa que se le garantiza la vida eterna, como si esto fuera predestinado o inalterable. Acerca de los israelitas,
Moisés le preguntó a Jehová: “Ahora si perdonas su pecado..., y si no, bórrame, por favor, de tu libro que has escrito”. Dios respondió: “Al que haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro”. (Éxodo 32:32, 33.) Sí, aun después que Dios hubiera puesto el nombre de alguien con aprobación en su “libro”, aquella persona podría hacerse desobediente o abandonar la fe. Si aquello sucedía, Dios ‘borraría su nombre del libro de la vida’. (Revelación 3:5.)
Por otra parte, si nuestros nombres están ahora en el “libro de la vida” de Dios, o su “libro de recuerdo”, debemos continuar ejerciendo fe. De ese modo mantendremos nuestros nombres allí. De manera similar, a medida que se levante a las personas en la venidera ‘resurrección de los injustos’, tendrán la oportunidad de ejercer fe y por lo tanto calificar para que sus nombres sean registrados en ese libro. (Hechos 24:15.)
Finalmente, personas cuyos nombres hayan sido escritos allí podrán mantener sus nombres en el libro permanentemente. Eso es cierto de los ungidos a medida que prueban que son ‘fieles hasta la misma muerte’. (Revelación 2:10; 3:5.) En cuanto a los que esperan vivir en la Tierra, si demuestran ser fieles ahora, durante todo el Reinado Milenario de Cristo, y también durante la prueba decisiva que vendrá después, tendrán sus nombres permanentemente ‘escritos en el libro de la vida’. (Revelación 20:5-15.)
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