Juan 8:29—John 8:29.

Sábado 18 de junio
Yo siempre hago las cosas que le agradan [al Padre] (Juan 8:29).
Por lo general, cuando amamos a una persona, queremos que los demás sepan cómo es. Siempre hablamos bien de ella y, si alguien la critica, la defendemos. Nos gustaría que todos sintieran la misma admiración por ella que sentimos nosotros. Pues bien, antes de inculcar en los demás amor por Jehová, nosotros mismos debemos conocerlo bien y amarlo profundamente. Al fin y al cabo, la adoración verdadera se basa en el amor a Dios (Mat. 22:36-38). En este sentido, Jesús nos dio un ejemplo perfecto, pues amó a Jehová con todo su corazón, alma, mente y fuerzas. Después de pasar millones y millones de años en el cielo con su Padre, Jesús llegó a conocerlo muy bien; por eso lo amaba tanto. Él mismo lo dijo: “Yo amo al Padre” (Juan 14:31). Ese amor lo motivó a hacer siempre la voluntad divina. Además, su amor lo llevó a denunciar a los líderes religiosos hipócritas que afirmaban representar a Dios. Y lo impulsó a hablar de Jehová y a ayudar a la gente a conocerlo y amarlo.

Saturday, June 18
I always do the things pleasing to [the Father].—John 8:29.
Usually, we are eager to share with others what we know about a person whom we love. We praise, honor, and defend him. We do that because we want others to feel as attracted to that person and his qualities as we are. Before we can cultivate love for Jehovah in others, we must know and love him ourselves. After all, true worship is based on love for God. (Matt. 22:36-38) Jesus set a perfect example. He loved Jehovah with his whole heart, mind, soul, and strength. Having spent perhaps billions of years in heaven with his heavenly Father, Jesus knew him well. The result? “I love the Father,” Jesus said. (John 14:31) That love motivated him always to do the things pleasing to God. It impelled him to denounce the religious leaders, who hypocritically claimed to represent God. It also moved him to speak about Jehovah and to help others to know and love God.