No tienen el amor de Dios en ustedes (Juan 5:42).
Entre los escribas y fariseos seguramente había hombres que tenían mucho conocimiento y eran muy buenos maestros. Entonces, ¿por qué fue Jesús un maestro tan diferente? En primer lugar, porque los líderes religiosos de su día no amaban al pueblo, sino que lo despreciaban; para ellos, no eran más que “unos malditos” (Juan 7:49). En cambio, Jesús sentía lástima por las personas, pues, como él dijo, estaban “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”; además, era afectuoso, amable y compasivo (Mat. 9:36). En segundo lugar, los líderes religiosos no amaban a Dios. Jesús, por el contrario, amaba profundamente a su Padre y disfrutaba de hacer su voluntad. Y por último, los escribas y fariseos manipulaban las Escrituras según su conveniencia, mientras que Jesús amaba “la palabra de Dios”; por eso la enseñó, la explicó, la defendió y rigió su vida por ella (Luc. 11:28). En efecto, el amor estaba presente en todo aspecto de la vida de Cristo: en sus palabras y en su manera de tratar a la gente.
Friday, April 8
You do not have the love of God in you.—John 5:42.
Among the scribes and Pharisees, there were doubtless intelligent men who possessed knowledge and the skills to impart it. What made Jesus’ way of teaching so different from theirs? The religious leaders of the day had no love for the common people. Rather, they despised them, viewing them as “accursed people.” (John 7:49) In contrast, Jesus was moved with pity for them, since they were “skinned and thrown about like sheep without a shepherd.” (Matt. 9:36) He was warm, sympathetic, and kind. Further, the religious leaders had no true love for God. Jesus, however, loved his Father and delighted to do his will. The religious leaders twisted God’s words to serve their own ends, but Jesus loved “the word of God”—he taught it, explained it, defended it, and lived by it. (Luke 11:28) Yes, love permeated the very being of the Christ, governing what he taught and how he dealt with people.
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