Levántate, toma al niñito y a su madre, y huye a Egipto, y quédate allá hasta que yo te diga; porque Herodes está para buscar al niñito para destruirlo (Mat. 2:13).
La vida de Jesús se parece en varios aspectos a la de Moisés. Por ejemplo, cuando eran bebés, tanto el uno como el otro estuvieron a punto de morir a manos de un cruel rey (Éxo. 1:22–2:10). Además, ambos salieron de Egipto por orden divina. El profeta Oseas puso por escrito estas palabras de Jehová: “Cuando Israel era muchacho, entonces lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo” (Ose. 11:1). Dichas palabras se refieren a la ocasión en que Jehová hizo que su “hijo”, el pueblo de Israel, saliera de Egipto dirigido por Moisés, su siervo nombrado (Éxo. 4:22, 23; 12:29-37). No obstante, tienen un significado profético, pues también se refieren a un suceso que tendría lugar en el futuro: el regreso de Egipto de José y María con Jesús, después de que falleciera el rey Herodes (Mat. 2:15, 19-23).
Thursday, February 24
Take the young child and its mother and flee into Egypt, and stay there until I give you word; for Herod is about to search for the young child to destroy it.—Matt. 2:13.
In some respects, the earthly life of Jesus resembled the life of Moses. For instance, as babes, both Moses and Jesus escaped death at the hands of a tyrannical ruler. (Ex. 1:22–2:10) In addition, both were ‘called out of Egypt.’ The prophet Hosea stated: “When Israel was a boy, then I loved him, and out of Egypt I called my son.” (Hos. 11:1) Hosea’s words pointed back to the time when the nation of Israel, under its divinely appointed leader, Moses, was led out of Egypt. (Ex. 4:22, 23; 12:29-37) However, Hosea’s words referred not only to a past event but also to a future one. His words were a prophecy that was fulfilled when Joseph and Mary returned from Egypt with Jesus after the death of King Herod.—Matt. 2:15, 19-23.
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