en el Día Especial de Asamblea.
El hermano Tony Morris (miembro del Cuerpo Gobernante) no fue criado en la verdad. De hecho, en el discurso mencionó sus experiencias sobre Vietnam. También crió a dos hijos. En otras palabras, él entiende lo que es la vida real. Sin embargo, dio consejos muy acertados. Estas fueron sus palabras:
“Hermanos y hermanas, si no están celebrando la noche de adoración en familia, no estarán listos para sobrevivir al Armagedón. El Cuerpo Gobernante ha trabajado duro para comunicar la seriedad de este arreglo. No puede ser subestimado. Ahora ustedes tienen la decisión de si escucharán o no el consejo, pero recuerden: fueron advertidos”.
“Hermanos y hermanas, si no están celebrando la noche de adoración en familia, no estarán listos para sobrevivir al Armagedón. El Cuerpo Gobernante ha trabajado duro para comunicar la seriedad de este arreglo. No puede ser subestimado. Ahora ustedes tienen la decisión de si escucharán o no el consejo, pero recuerden: fueron advertidos”.
Después, en otra parte del discurso dijo:
“El tiempo y el suceso imprevisto pueden acaecernos a cualquiera de nosotros. Usted podría morir esta misma tarde. Mientras está sentado allí en su silla, ¿está seguro que el curso de su vida le garantiza que está en la memoria de Jehová y que será resucitado?”
Entonces habló mucho acerca del materialismo, habló duro:
“No es malo tener una casa. Pero, ¿está usted tan inmerso en el sueño americano que dice que a la fuerza debe tener una casa?”
Entonces fue más allá y habló de la ruptura de “la burbuja” de los programas de viviendas en Estados Unidos y cómo el gobierno otorgó casas a personas que no deberían tenerlas, sin verificación de ingresos, sin ingresos suficientes, etc. Y dijo que muchos hermanos y hermanas cayeron en esa trampa:
“Pero usted recordará que dos años antes de que la situación de la vivienda tocara fondo, tuvimos una Asamblea de Circuito que habló de mantener una vida sencilla... aquellos que siguieron el consejo de Jehová, han sobrevivido a incontables dolores de cabeza. Entonces, ¿qué decir del consejo de esta tarde? ‘El tiempo que queda está reducido’, es el tema de este Día Especial. ¿Seguirá usted el consejo hoy? La manera en que vive su vida en estos tiempos económicamente difíciles, ¿muestra que confía en que Jehová satisfará sus necesidades? ¿O muestra que confía en sí mismo y sus bienes materiales y que se encarga de los asuntos por su propia cuenta?”
Después contó la experiencia de una hermana que conoció cuando todavía estaba en la obra de circuito. Una hermana de mediana edad, muy celosa. Los invitó a comer a su pequeño y sencillo apartamento. El hermano Morris dijo que él sabía que la hermana tenía un problema nervioso, algo como una afección mental, como un trastorno de ansiedad, pero él no sabía por qué, y nunca preguntó tampoco. En fin, con el curso de la conversación, ella se sinceró con ellos y les dijo que antes tenía una casa, y que estaba decidida a tener la casa perfecta: perfectamente decorada, perfectamente amueblada, todo precisamente así. Una noche, regresó a su casa y vio que toda la casa ardía en llamas. Lo perdió todo. Como resultado, tuvo una depresión nerviosa de la que nunca se ha recuperado completamente. Dijo que después de eso, aprendió una lección y prometió que NUNCA volvería a estar tan entregada a las cosas materiales, porque comprendió cuán efímeras son. Entonces el hermano dijo al auditorio:
“Hermanos y hermanas: ¿cuán entregados están ustedes a las cosas materiales? ¿Cómo se sentiría si en este momento lo perdiera todo?”
Entonces pasó a hablar de la importancia de la lectura diaria de la Biblia. Dijo que él y la hermana Morris, no importa en qué parte del mundo estén, cada mañana toman su taza de café y leen su Biblia. No la leen juntos. Él dijo que la lectura de la Biblia es un asunto personal. Entonces pasó a preguntar al auditorio cuántos de ellos toman todas las mañanas una taza de café. Casi todos en el auditorio levantaron la mano.
Entonces preguntó:
“Hermanos y hermanas, si usted puede tomarse una taza de café todas las mañanas, entonces también puede leer su Biblia todas las mañanas.”
“Hermanos y hermanas, si usted puede tomarse una taza de café todas las mañanas, entonces también puede leer su Biblia todas las mañanas.”
También hablando del materialismo, habló de las tarjetas de crédito. Sacó su tarjeta de crédito. Dijo que ahora es necesario tener una:
“Incluso yo tengo una. No puedes ni alquilar un coche sin una. Pero, ¿sabe lo que son las tarjetas de crédito? Anestesia plástica. ¿Qué es eso? Bueno, digamos que necesita algo de ropa. Así que va a la tienda a comprarla sabiendo cuánto desea gastar. Llega a la tienda y los vendedores, que es su trabajo, tienen letreros por todos lados: ‘Dos por Uno’... ‘50% de Descuento’...Y usted piensa: ‘Tal vez debería comprar dos para después cuando las necesite...no, mejor...compraré una para mi esposo... y los muchachos, por supuesto...’. Así que usted camina hacia la máquina registradora, el cajero desliza la tarjeta de crédito y adivine que: libre de dolor. La tarjeta se desliza, usted no siente nada, y se va... hasta que el recibo de cuenta llega. Ahora imagine que va a la tienda contando el dinero en efectivo que va gastando. Es un poco más doloroso, ¿no es cierto? De repente la realidad de cuánto dinero está gastando es más real, y usted lo está sintiendo. Sea cuidadoso con las tarjetas de crédito. Si no tiene el efectivo para respaldar el pago con tarjeta, no lo gaste.”
El hermano Morris también hablo acerca de estar en la verdad por muchos años. Siempre estamos recibiendo consejo. Siempre necesitamos estar haciendo ajustes. Dijo:
“A continuación escucho la frase: ‘Bueno hermano Morris, ¡así soy yo!’ ¿Pues sabe qué? A Jehová tal vez no le guste la manera en que usted es (el auditorio se ríe). Esto no es un sindicato. La antigüedad no significa salvación. No es el Cuerpo Gobernante el que dice esto, es Jehová hablándole a usted. Recuerde: es SU decisión si escuchará o no el consejo, solamente recuerde que fue advertido.”
También enfatizó el recordar que el día de Armagedón ya ha sido designado:
“Nada de lo que suceda en nuestra vida va a cambiar esa fecha. Si oramos más, no va a cambiar el día. Ese día ya ha sido designado. Así que cuando atraviese dificultades tenga cuidado de no decir ‘si el Armagedón ya hubiera venido no estaría pasando por todo esto’. Recuerde: no se trata de usted. Recuerde el cuadro completo. Se trata de la soberanía universal de Jehová. Y no diga: ‘espero que Jehová lo alargue un poquito más para que el hermano Juan logre pasar’. Jehová dijo que cuando los ungidos sean sellados, los ángeles soltarán los cuatro vientos. Nada relacionado con el día en que venga el Armagedón depende de nosotros o nuestras vidas. Nosotros sólo tenemos que obedecer y seguir orando.”
Dio el ejemplo del gran proyecto que se está realizando en Wallkill. Dijo que la otra noche acababan de mostrar a la familia Betel un video de 15 minutos acerca de la renovación y el proyecto del nuevo edificio que se construirá durante los siguientes cuatro años. Dijo que después de mostrar el video, alcanzó a escuchar a una querida hermana mayor que ha estado en Betel toda la vida, decir: “Bueno, creo que eso significa que el Armagedón no vendrá en los próximos cuatro años”. El hermano Morris no comentó nada a la hermana para no avergonzarla frente a todos los demás, pero pensó para sí mismo: “¡Dios mío! Aprobamos que se mostrara ese video y no recuerdo que esa frase haya sido parte del diálogo”. Esa noche el hermano Morris volvió a ver el video. Entonces dijo al auditorio:
“Hermanos y hermanas: vamos a estar en medio de actividades del Reino cuando el fin llegue. Estaremos construyendo, estaremos predicando, estaremos planeando asambleas, construyendo Salones del Reino... no va a haber una pausa para cuando el fin venga. Tenemos que continuar llevando a cabo la voluntad de Jehová. Y estoy muy seguro de que cuando el fin venga, ninguno va a decir: ‘¡Que lástima! No pudimos asistir a esa asamblea. ¡La estaba esperando con tanto anhelo!’ Sigamos manteniendo los intereses del Reino en primer lugar.”
Entonces, al final del discurso, el hermano habló de qué tan listos estamos para el fin:
“¿Estamos realmente listos? ¿Está nuestra fe realmente fuerte? Necesitamos hacer ajustes ahora. Yo estuve en Vietnam. Yo he visto muertes masivas, víctimas humanas. He olido la carne humana quemándose después que un helicóptero se estrellara. Solamente tuve un vistazo de lo que probablemente será el Armagedón. Tenemos que estar preparados”.
Interesante este artículo, eso del Armagedón me parecía algo de película.
ReplyDelete