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Saturday, November 5, 2011

Averigüe la verdad sobre Jesús


 

“Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
 

¿POR QUÉ PUEDE RESULTAR DIFÍCIL? Porque la gente opina muchas cosas distintas sobre Jesús. Algunas personas aseguran que en realidad no existió. Otras afirman que no fue más que un hombre normal y consideran imposible que haya resucitado.
 

¿CÓMO AVERIGUAR LA VERDAD SOBRE JESÚS? Podemos imitar al discípulo Natanael. Cuando su amigo Felipe le contó que creía haber encontrado al Mesías —“a Jesús, hijo de José, de Nazaret”—, no creyó sus palabras sin más. De hecho, preguntó: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”. 

Entonces, Felipe le dijo: “Ven y ve”. Así que Natanael fue a comprobarlo por sí mismo (Juan 1:43-51). Para averiguar la verdad sobre Jesús, nosotros también debemos analizar las pruebas personalmente.
 

Pruebas históricas de que Jesús fue una persona real. Josefo y Tácito, dos prestigiosos historiadores no cristianos del siglo primero, hablaron de Jesucristo como un personaje real. Por ejemplo, al narrar el episodio en que el emperador Nerón culpó a los cristianos del incendio de Roma en el año 64, Tácito escribió: “Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, aborrecidos por sus ignomi[ni]as. Aquel de quien tomaban nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato”.
 

Cierta enciclopedia comentó lo siguiente sobre las referencias históricas procedentes de los siglos I y II: “Estos relatos independientes demuestran que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo dudaron de la historicidad de Jesús, que comenzó a ponerse en tela de juicio, sin base alguna, a finales del siglo XVIII, a lo largo del XIX y a principios del XX” (Encyclopædia Britannica, edición de 2002). 

Y el periódico The Wall Street Journal publicó lo siguiente en 2002 en un editorial: “La mayoría de los eruditos, salvo algún que otro ateo, ya aceptan que Jesús de Nazaret fue un personaje histórico”.
 

Pruebas de la resurrección de Jesús. Pensemos en lo que sucedió cuando Jesús fue arrestado. Sus compañeros más allegados lo abandonaron. Hasta Pedro, su amigo, se atemorizó tanto que negó conocerlo (Mateo 26:55, 56, 69-75). 

Todos sus discípulos se fueron dispersando (Mateo 26:31). Sin embargo, poco después de la muerte de Jesús ocurrió algo que los impulsó a reanudar su actividad cristiana con valentía. Pedro y Juan, por ejemplo, pudieron enfrentarse sin ningún temor a quienes habían maquinado la muerte de su Maestro. 

Era tan fuerte la motivación de los discípulos que difundieron las enseñanzas de Cristo por todo el Imperio romano. Estaban dispuestos a morir antes que a traicionar sus creencias.
 

¿Por qué ese cambio radical? Una de las razones fue que muchos discípulos pudieron ver con sus propios ojos a Jesús resucitado. El apóstol Pablo indica que, luego de ser levantado de entre los muertos, Jesús “se apareció a Cefas [Pedro], entonces a los doce. Después de eso se apareció a más de quinientos hermanos de una vez”. Cuando Pablo escribió estas palabras, la mayoría de los que vieron a Jesús resucitado seguían vivos (1 Corintios 15:3-7). 

Si hubieran sido solo un par de personas las que aseguraban que Jesucristo había vuelto a la vida, seguramente a muchos les habría costado creerlo (Lucas 24:1-11). Pero tratándose de 500 testigos oculares, las pruebas eran concluyentes.
 

¿QUÉ BENEFICIOS SE OBTIENEN? Quienes ponen fe en Jesús y obedecen sus mandatos reciben el perdón de los pecados y mantienen limpia la conciencia (Marcos 2:5-12; 1 Timoteo 1:19; 1 Pedro 3:16-22). Y si llegaran a morir, tienen la esperanza de volver a la vida, pues Jesús promete resucitarlos “en el último día” (Juan 6:40).




¿Por qué no ver las Escrituras aquí?   


 
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