CUANDO HIEREN UNA OSTRA
Las perlas son producto del dolor, el resultado de la entrada de una sustancia extraña e indeseable al interior de la ostra, como un parásito o
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia
lustrosa llamada nácar.
Cuando un grano de arena penetra en la ostra, las células de nácar comienzan a trabajar y cubren el grano de arena con capas y capas y
más capas de nácar para proteger el cuerpo indefenso de la ostra.
Como resultado, se va formando una hermosa perla.
Una ostra que no haya sido herida de algún modo, no puede producir perlas. Porque la perla es una herida cicatrizada.
¿Te has sentido lastimado por palabras hirientes?
¿Has sido acusado de haber dicho cosas que nunca dijiste?
¿Tus ideas fueron rechazadas o mal interpretadas?
¿O quizás fueron tomadas por alguien para presentarlas como propias?
¿Has sufrido golpes de los que adquieren ideas preconcebidas
indebidamente?
¿Has sido objeto de la indiferencia?
Entonces… ¡Produce una perla!
Cubre cada una de tus heridas con varias capas de amor.
Muchas personas sólo aprenden a cultivar resentimientos, dejando
sus heridas abiertas, alimentándose con sentimientos pobres, los
cuales impiden que las lesiones cicatricen.
En la vida real vemos muchas "ostras vacías" no porque no
hayan sido heridas, sino porque no han sabido perdonar,
comprender y transformar el dolor en amor.
Vale la pena enfrentar las heridas.
No seas vencido por los aspectos negativos,
vence siempre con el bien.
(Romanos 12:17-21) No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová”. Pero, “si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque haciendo esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza”. No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.
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